Es muy interesante analizar los resultados de la elección celebrada el pasado domingo en el Estado de México, en donde la maestra Delfina se alzó con el triunfo en el proceso celebrado en esta entidad, ganando por ocho puntos de ventaja sobre su adversaria, la aliancista, Alejandra del Moral.
Contabilizadas por el Programa de Resultados Preliminares (PREP) el 99 por ciento de las casillas, la maestra Delfina alcanzó un total de 3 millones 245 mil 517 sufragios, por un total de 2 millones 612 mil 229 votos que obtuvo Alejandra del Moral, para un 53.6 por ciento de la alianza Morena, Verde y el PT, por el 45.3 de la coalición integrada por el PRI, Acción Nacional y el PRD.
Del mismo PREP se desprende un dato por demás revelador, el Verde y el PT jugaron un papel determinante en el triunfo de la candidata Delfina Gómez, ya que estas fuerzas políticas le entregaron a la ganadora, 619 mil 291 votos por parte del Verde, mientras que el Partido del Trabajo, entregó 436 mil 835, para un total de un millón 056 mil votos, suficientes, para entregarle el triunfo a la maestra, quien superó a Alejandra del Moral, por un total de 633 mil sufragios.
Es decir, si Morena no hubiera ido a la elección en el estado de México con el Verde y el PT, como ocurrió en Coahuila, la maestra Delfina hubiera perdido por 422 712 votos frente a Alejandra del Moral, el hubiera no existe, pero la coalición, fue parte de la diferencia.
Lección número uno, el menospreciado Verde y el también menospreciado PT, juega un papel primordial en las próximas elecciones del 2024, es mentira que solito Morena pueda ganarle al PAN, PRI y el PRD, salvo en casos excepcionales. Esto por supuesto va a encarecer la negociación de ambas fuerzas para el 2024.
Este fenómeno ya se había observado con Miguel Barbosa, en el año de 2019 en Puebla durante la elección extraordinaria en la cual derrotó a Enrique Cárdenas Sánchez y el PAN. Barbosa ganó gracias a los votos del Verde y del PT, quienes sumaron cerca de 250 mil votos en esa elección, los cuales finalmente fueron la diferencia entre ambos contendientes.
Segunda lección, la baja participación ciudadana, beneficia de manera directa a Morena, porque es quien tiene la capacidad y la estructura para poder movilizar su voto, lo que ocurrió en el estado de México, en donde las clases medias y especialmente las identificadas con el PAN, no salieron a votar por el PRI.
El llamado corredor azul, o lo que alguna vez fue el corredor azul, solo le dio a la alianza tan solo 697 mil sufragios, casi lo mismo que el Verde le dio a Morena, lo cual es muy poco para el albiazul.
Tres, a pesar de todos los pesares, PAN, PRI y el PRD deben de ir juntos a la elección del 2024, de lo contrario cada quien, por su lado, no tienen la menor oportunidad de competir frente a Morena, aunque tienen que perfeccionar sus métodos de selección de candidatos, para que la persona elegida, sea la más competitiva en la zona en donde se va a disputar el proceso.
Morena gana con cualquiera, pero pone en riesgo la elección dependiendo del candidato, no es lo mismo ganar solo por ocho puntos y con ayuda del Verde y el PT, que por 10 o más, sobre todo, si el presidente López en el 2024 va por todo, cámara de diputados y de senadores, el plan C.
Estas son algunas de las vertientes encontradas y que bien vale la pena compartir a expensas de ir desglosando más a fondo los resultados electorales del estado de México, los cuales, no necesariamente se pueden trasladar a Puebla.
La histórica reunión Eduardo, 28 de octubre y Antorcha. Ayer una estampa retrató de lo que es capaz de hacer el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, quien logró de manera histórica sentar a su derecha a Juan Manuel Celís Aguirre, líder de Antorcha Campesina en Puebla y a su contraparte el histórico, Rubén Sarabia Sánchez, alias “Simitrio”.
La foto quedó ahí para el recuerdo, los dirigentes de las dos centrales de comerciantes más importantes de Puebla y en pugna por el control de los mercados de Puebla y otros espacios, sentados a dialogar con el alcalde capitalino, algo que nadie nunca había logrado.
Eduardo sentó de esta forma las bases de un acuerdo, para que ambas organizaciones, respeten sus espacios mutuos y pongan fin a conflictos, como los que se han presentado en el mercado de Amalucan y también en el Morelos.
Las dotes de negociador de Eduardo Rivera están a la vista de todos, a ver quién más puede hacer lo que hizo el presidente municipal de Puebla.
El verdadero Carlos Evangelista (Primera parte). El diputado local, Carlos Evangelista, ha resultado ser toda una “ficha”.
Para nada es aquel diputado que se dice trabajar por las causas sociales, es un personaje que incluso a golpes ha agarrado a sus detractores, con tal de ganar unos cuantos centavos a su favor.
Sus tropelías, son todos conocidas, hay registros de cuando su esposa, la también diputada federal, Julieta Vences Valencia, estaba entre los años de 2008 y 2016, como técnica de proyectos de la delegación en Puebla de la Sagarpa.
En este tiempo, ambos, ella como técnica y Evangelista como auto nombrado contador de la funcionaria, enfrentaron acusaciones por anomalías en manejo de recursos públicos.
Evangelista y Vences Valencia bajaron en promedio un millón de pesos anuales para productores de la región de Tecamachalco, con la Clave Única de Habilitación (CUHA) T-PUE-221110-0958.
Especialmente, entre los años 2014 y 2016, destacó negativamente, porque en varias ocasiones los recursos públicos que ella y su esposo gestionaban presentaron irregularidades, acusaciones de fraude, facturas canceladas y falta de comprobación, por lo que los proyectos que ella registró fueron observados por la Auditoría Superior de la Federación.
Incluso, en 2014 producto de todas estas malversaciones, Julieta Vences fue objeto de una denuncia penal, con seis proyectos identificados con las claves PM-PUE-14, de agosto y diciembre de 2014, que ella gestionó y en los que, una vez que se presentaron las facturas, con las que supuestamente se comprobaba el pago a los proveedores de insumos de los proyectos agropecuarios -en este caso cría de borregos-, luego fueron canceladas, como si nunca se hubieran pagado.
Ese año un grupo de mujeres acusó a Julieta Vences de haberles “robado” los apoyos.
A ella y a su esposo, Carlos Alberto Evangelista Aniceto se les señaló por cobrarles “moches” a los beneficiarios de los proyectos o, de plano, “quedarse con todo el dinero” de esos programas.
Posterior a un careo que se realizó en verano de ese ejercicio fiscal, Carlos Evangelista, acompañado de otros hombres, retó a golpes a los denunciantes.
Tuvo que intervenir la seguridad de la Delegación, para evitar una pelea campal, provocada por Evangelista.
Posteriormente en el 2016, la ASF observó un proyecto de supuesta cría de borregos, registrado por Evangelista Aniceto con la factura a nombre de la Unión Nacional de Campesinos y Comerciantes de Puebla de S.C. de R.L. de C. V., persona moral la cual tras Evangelista tener en las manos el recurso, cancelo dicha factura, dejando el dinero sin justificación alguna, como una evidente falta. (Continuará)
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Ilustración: Alejandro Medina
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