Si algo caracteriza al gobernador Barbosa es que siempre cumple lo que anuncia.
Al igual que en 2021, los poblanos hemos comenzado a ver el retiro de espectaculares que se encontraban en áreas verdes o en la vía pública de vialidades estatales. Esto último, en congruencia con lo que el mandatario ha declarado desde el comienzo de su administración, en torno a los anuncios publicitarios irregulares en el Estado.
Durante muchas gestiones, el tema de los espectaculares y demás estructuras publicitarias fue símbolo de corrupción, abuso de poder, control político y demás.
Fueron muchos funcionarios y empresarios los que se vieron beneficiados por la instalación de anuncios publicitarios sin licencias, en áreas verdes, vía pública e incluso dentro de inmuebles propiedad del gobierno en turno.
Esta corrupción fue permeando en todos los niveles de gobierno por su alta rentabilidad y ¿cómo no iba a ser rentable un negocio? que en su mayoría no pagaba permisos, no pagaba rentas en propiedades privadas o recibía fuertes cantidades de dinero por concepto de campañas oficiales, prácticamente todo era de utilidad.
En términos políticos, los espectaculares se utilizaban como herramienta para “administrar la reputación de muchos actores del círculo rojo” a los cuales dependiendo de su cercanía con el grupo político dominante de ese entonces y en contubernio con la mafia de empresarios que administraban el negocio: o los impulsaban sí eran sus amigos, o los enterraban si eran adversarios, con un silencio sepulcral durante los comicios y, en ocasiones, hasta las campañas negras en su contra eran promocionadas en dichos espacios.
Precisamente fue el mandatario estatal, Miguel Barbosa, uno de los que sufrió en carne propia este embate de la mafia que controlaba este sector durante las campañas del 2018.
Una vez transcurrido el 2018 y entrado el 2019, la configuración política en Puebla dio un giro de 180 grados. Un grupo político desapareció y una nueva corriente de servidores públicos surgió. En este nuevo escenario, las mafias que fueron creadas y alimentadas por administraciones pasadas contaban con recursos económicos considerables, funcionarios de distintos niveles a su servicio, ex funcionarios que comenzaron a prestar sus servicios como asesores o litigantes, pero lo más importante…. Ya no existía una mano que les apretara la correa para controlarlos.
Con esta nueva realidad política, esta mafia creyó que podría engañar al nuevo mandatario. Peor aún, pretendió sembrar funcionarios en la nueva administración con el objetivo de mantener los privilegios y el control político que el negocio, per se, ya poseía.
Lo que ninguno de los integrantes de esta mafia esperaba era que el nuevo gobernador era un hombre honesto, cauto y con una memoria envidiable. Fue por esa razón que, desde el comienzo de su administración, Barbosa dio un manotazo en la mesa y comenzó a expulsar a esos falsos aliados; pero fue más lejos. Después de la limpia en las filas estatales, estos personajes, dolidos, creyeron que con la infraestructura que habían formado al amparo de otras administraciones, junto con técnicas y tácticas de amedrentación y amenazas, podrían desafiar y doblegar al Gobierno del Estado.
Que equivocados estaban los de la mafia de los espectaculares. En 2020, por iniciativa del gobernador Barbosa se comienza a combatir a esta mafia y pese a la incredulidad de muchos que vivieron en tiempos de corrupción, amiguismos y prebendas, comenzaron a ver decenas de espectaculares y demás estructuras publicitarias con sellos de “clausura”. Todo esto fue apenas el arranque. A finales de 2020 y durante el 2021 se comenzó a ver lo que jamás se había visto en la historia moderna de Puebla.
Todos los poblanos comenzamos a ver retiros de grandes estructuras que se posaban sobre áreas verdes y vías públicas, como monumentos a la impunidad.
Cientos de estructuras ya fueron retiradas y creo que no hay ciudadano que no haya pasado algún embotellamiento en vialidades estatales motivado por el retiro de alguno de estos espectaculares, o haya notado el espacio liberado que antes ocupaban estas estructuras.
Los retiros acaban de reanudarse en este 2022.
Las estructuras irregulares seguirán desapareciendo con los retiros, que cabe hacer mención, son muy complicados y costosos; pero la determinación del mandatario estatal es aún más férrea.
En tan solo dos años, cientos de retiros y clausuras se han efectuado. En este lapso, los poblanos hemos sido testigos de algo sin precedentes.
Como dice el gobernador…. “nadie está por encima de la ley”.
Sin duda la estrategia emprendida por el Gobierno del Estado para combatir la contaminación visual está siendo contundente y efectiva.
El manotazo del gobernador sigue y seguirá retumbando en los espectaculares y en las cabezas de la mafia que, por lo menos en vialidades estatales, ha sido derrotada.
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