Respuestas a las preguntas incómodas

El pasado viernes lance una serie de preguntas incómodas a todos aquellos que hoy lucran con la memoria de la ex gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, fallecida el pasado 24 de diciembre de 2018, en un accidente aéreo junto con su esposo, el ex gobernador y senador de la República, Rafael Moreno Valle Rosas.

La primera pregunta que les lance a todos y todas los que hoy lucran con la imagen de Martha Erika Alonso, ciertamente una gran mujer y un personaje de gran calidad humana, fue. ¿En dónde estaban el 25 de diciembre del 2018, un día después de la muerte de Martha?

La respuesta es: la mayoría de ellos estaban escondidos y muertos de miedo, tan es así que dejaron que Eukid Castañón, hoy preso en el penal de Tepexi de Rodríguez, Max Cortázar, Jesús Rodríguez Almeida, Jorge Aguilar y el líder nacional del albiazul, el blandengue de Marko Cortés, decidieran el fututo de Puebla y del morenovallismo, poniéndolo en manos de Jesús Rodríguez Almeida, quien actuó como gobernador de manera interina. La reunión se llevó a cabo en Casa Puebla y ahí se selló el futuro de lo que Rafael y Martha habían construido.

Estos actores, excluyeron de la reunión al ex gobernador de Puebla, Antonio Gali, quien había acompañado a la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien regresaba a la ciudad de México, luego de haber sido despedida en medio de los gritos de “asesinos”, “asesinos”.

En consecuencia, Gali optó por romper con lo que había quedado del morenovallismo y comenzó sus acercamientos con Fernando Manzanilla.
La segunda pregunta que les hice fue, ¿por qué permitieron que lo que Martha había ganado en las urnas, les fuera despojado meses más tarde?

La repuesta va de la mano de la primera contestación, todos los morenovallistas de primera línea estaban aterrados y prefirieron huir, sabedores de que podían venir terribles represalias en su contra.

Luis Banck, el candidato ideal para ocupar el interinato, se suicidó el 25 de diciembre, por el discurso dirigido durante los funerales de Martha y Rafael, en donde culpó al gobierno federal de la muerte de ambos personajes.

Las decisiones en ese momento aciago recayeron en manos de Genoveva Huerta y del entonces coordinador de los diputados locales del PAN, Marcelo García Almaguer, quienes decidieron entregar la plaza.

La decisión de impulsar como su carta a Jesús Rodríguez Almeida para el interinato, sabedor de que no cumplía con los requisitos, solo fue una medida para tratar de cubrir las apariencias. Ya habían negociado con Fernando Manzanilla entregar la gubernatura.

Por su parte, Gali, distanciado de los morenovallistas, también entró en negociación impulsando a Gerardo Islas como su carta, algo realmente de risa, de esa forma le abrieron la puerta a Guillermo Pacheco Pulido, basta recordar que en la sesión de Congreso en donde Pacheco fue ungido como gobernador interino, hasta los panistas que hoy se rasgan las vestiduras con el recuerdo de Martha, votaron por Pacheco.

La tercera pregunta fue, ¿Por qué no le reclamaron a su dirigente nacional, Marko Cortés, el hecho de que los haya abandonado en Puebla y que hubiera antepuestos sus intereses nacionales entregando la plaza que meses antes Martha y Rafael habían ganado?

La respuesta es simple, el líder nacional del albiazul, abandonó literalmente a la militancia poblana a su suerte.

Tras la muerte de Martha, Cortés negoció con la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, el entregar la gubernatura de Puebla, a cambio de la de Baja California, la cual era simbólica para el panismo, por haber sido la primera que ganaron en la era de Carlos Salinas de Gortari, con Ernesto Ruffo Appel.

La astuta Yeidckol Polevnsky, en ese entonces dirigente nacional de Morena, desconoció los acuerdos entre estos personajes y se quedó con Puebla y también con Baja California, esa es la verdadera historia, por eso Genoveva y Marcelo, terminaron por entregar la plaza.

La respuesta a la cuarta pregunta, ¿Por qué se aliaron con el entonces secretario General de Gobierno, Fernando Manzanilla, el hombre que más detestaba a Martha Erika Alonso, después de la muerte de la gobernadora?

Fernando Manzanilla se convirtió en el hombre más poderoso tras la muerte de Martha Erika Alonso.

Era el puente entre el gobernador Pacheco y su familia, con el en ese entonces ex candidato de Morena a la gubernatura Miguel Barbosa.

Manzanilla hizo hasta lo imposible por descarrilar en vida a Martha Erika, la detestaba porque descubrió que siempre fue el plan A de Rafael, quien desplazó Fernando por su esposa.

Manzanilla buscó generar su propia vía, primero dentro del PAN, pero fue expulsado por Rafael, por lo que migro a Morena y primero impulsó, a través de su amigo Julio Scherer, al ex rector de la UDLAP, Enrique Cárdenas Sánchez, para que fuera el candidato de este partido a la gubernatura y más adelante a Miguel Barbosa.

Por su parte, Martha, también detestaba a Manzanilla, porque sabía que se había aliado con los adversarios de Rafael, para descarrilar su proyecto.

El peor pecado de los que hoy se rasgan las vestiduras alegando que se respete el legado de Martha se fueron a entregar y a poner en manos de quien fuera su peor enemigo y la prueba es que Manzanilla siendo secretario de Gobernación durante el interinato y después durante los primero meses de la administración del ya gobernador Barbosa, operó el tema de la elección extraordinaria y envió a sus entonces empleados, Paco Ramos subsecretario de gobernación, Rasputín Alcántara “chalán” y Silvia Argüello a infiltrar la estructura panista.

Ahí fue donde “Rasputín” de “chalán” de Manzanilla se convirtió en el asesor “estrella” de doña Genoveva Huerta.

A la quinta pregunta, ¿Qué papel jugó la dirigencia estatal de Acción Nacional en la campaña del 2019, cuando dejaron solo a Enrique Cárdenas para que fuera derrotado por Miguel Barbosa?

La respuesta va de la mano de la respuesta a la cuarta pregunta, el panismo local estaba alineado por Fernando Manzanilla, quien le recomendó a Genoveva Huerta, dejar pasar al ex rector de la UDLAP, Enrique Cárdenas Sánchez como el candidato del albiazul a casa Puebla, sabedor de las debilidades del académico, al cual inicialmente había apoyado para ser candidato de Morena.

Manzanilla alineó también a los priistas para sumarse a través del Partido del Trabajo y el Verde al hoy gobernador Miguel Barbosa, quien ganó sin dificultades el proceso extraordinario del 2019.

¿Por qué permitieron que fuera Enrique Cárdenas un hombre sin afiliación panista el candidato, en vez de el entonces alcalde de Atlixco, el hoy “genovevista”, Guillermo Velázquez?

Igual, por ordenes de Manzanilla, quien le pidió a Huerta Villegas, dejar fuera a Velázquez, quien podías dar más batalla. El panismo bajo al ahora, expresidente municipal de Atlixco y dejo a su suerte a Enrique Cárdenas, quien también lleno de soberbia, perdió ante Miguel Barbosa.

Y para cerrar esta columna. ¿Entonces, quien ha traicionado más la memoria de la primera mujer gobernadora de Puebla?

Las líneas de un morenovallista. Un personaje cercano a Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso tuvo a bien enviarme las siguientes líneas, las cuales comparto con los lectores.

“Querido amigo, las preguntas de tu columna son un monolito que aplasta y lapida a las y los que quieren lucrar con Martha Erika, son unas basuras que solo producen asco.

Tus preguntas son certeras, pertinentes y desnudan la infamia, te felicito hay muy poca dignidad de lo que se dicen morenovallistas. Los de verdad, los que si se duelen de la ausencia están en silencio y alejados de Puebla, así las cosas. Un abrazo”

riva_leo@hotmail.com

Twitter: @riva_leo

octubre 26, 2021 - 9:45 pm

Por: Ricardo Morales

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