Según ACNUR, más de 3,2 millones de personas han huido de Ucrania y millones más son desplazados internos, algunos de los 13 millones más afectados por la guerra.
Los que han salido de Ucrania han encontrado refugio en Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumanía, Moldavia, Rusia y, en mucha menor medida en Bielorrusia. El 90% de los refugiados son mujeres y niños y 162.000 son nacionales de terceros países.
“No tienen un plan cuando llegan”, dijo Saltmarsh. “Muchos de los que estaban en la primera fase podrían haber tenido amigos, redes de la diáspora, contactos, un pariente a quien podrían ir y quedarse inicialmente, y luego elaborar un plan a partir de ahí. Recientemente, este ha sido el menor de los casos”.
Para contrarrestar el riesgo de explotación de estos recién llegados vulnerables, ACNUR y Unicef han establecido espacios seguros conocidos como Blue Dots (puntos azules en español) en seis países los cuales incluyen a República Checa, Hungría, Moldavia, Polonia, Rumania y Eslovaquia.
Zonas seguras para evitar a los traficantes
Estas instalaciones son “ventanillas únicas y espacios seguros que brindan un conjunto mínimo de servicios de protección para niños, familias y otras personas con necesidades específicas, en apoyo de los servicios existentes y los esfuerzos del gobierno”, explicó ACNUR.
También brindando ayuda a las víctimas del conflicto, la agencia de migración de la ONU, dijo que el año pasado identificó y ayudó a más de 1000 víctimas de la trata.
El portavoz de Organización Internacional para las Migraciones, Paul Dillon, agregó que la línea telefónica directa que la agencia estableció ha recibido hasta ahora más de 10.000 llamadas telefónicas en los últimos nueve días, más de la mitad de las cuales estaban relacionadas con problemas de trata.
Una red de protección
“Estamos trabajando con nuestros muchos socios en el terreno para garantizar que los mensajes de protección y esfuerzo que se realizan en la frontera para informar a las personas se lleven de manera coherente”, dijo.
“No solo para las personas que cruzan las fronteras, sino también para los guardias fronterizos y los voluntarios que trabajan en estos puntos fronterizos en los centros de recepción y, también, para el personal de la OIM en el terreno”.
Llamamiento para acuerdos de paso seguro
En busca de un acuerdo sólido sobre el acceso humanitario continuo y seguro que sigue resultando difícil de alcanzar, Jens Laerke, de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en inglés), instó a ambas partes del conflicto armado a “acordar entre sí un mecanismo de modalidades, normas operativas procedimientos en detalles minuciosos sobre cómo se pueden establecer tales pasos seguros, ya sea para el movimiento de suministros humanitarios o, por otro lado, para la evacuación de civiles”.