Diego Maradona dio más espectáculo en la grada que las Selecciones de Argentina y Nigeria en el campo.
El campeón del mundo pasó del gozo al pozo. Disfrutó el gol tempranero de Lionel Messi con un festejo para el recuerdo, que fue blanco de los memes, pero terminó auxiliado para salir del palco en la Arena de San Petersburgo y atendido por una baja de presión.
El ’10’ es un espectáculo aparte que ha tomado tintes deplorables. Aún así, ha sido enfocado por la transmisión de la FIFA casi las mismas veces que a los seleccionados argentinos.
Al principio estuvo de nervios, como todos los argentinos pero al minuto 14 explotó gracias a Lionel Messi y celebró cruzado de brazos, con las palmas en el pecho y mirando al cielo como agradeciendo por la ventaja albiceleste.
Pero no pasaron ni 20 minutos cuando el «Pelusa» ya se recostaba en su palco, con los ojos medio cerrados, ante el bajón de adrenalina que tuvo su Selección y que le repercutió incluso a él.
Hasta ese momento, todo se manejó conforme el guión maradoniano de cada partido. Sufriendo y dando de qué hablar con sus festejos. Pero el segundo tiempo cambió la forma de ver al Diego.
Se la pasó gritando y se le notó en un estado inconveniente. Cada que se le daba la gana reclamar, alguien tenía que abrazarlo de la cintura para que éste no se fuera a ir de boca de su palco.
Al término del encuentro la transmisión lo volvió a enfocar y tuvo la mala fortuna de encontrarse con un Maradona eufórico y ofensivo, pues con las dos manos enseñó el dedo medio dirigido a la tribuna que tenía abajo.
Pero si los agravios del «Pelusa» parecían suficientes, a éste le faltaba decaer aún más y al término del juego, un par de videos reveladores circularon en redes sociales; el primero, saliendo como torero de su palco y el segundo, el de un aficionado llamándole la atención y Diego perdido, fuera de sí, a tal grado de que fue revisado por paramédicos por tanto festejo o tanto exceso.