La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) recuerdan al historietista, escritor y pintor, quien con su trazo dibujó al mexicano de la segunda mitad del siglo XX.
Abel Quezada Calderón nació el 13 de diciembre de 1920 en Monterrey, Nuevo León, y su afición por el dibujo lo obligó a trasladarse a la Ciudad de México, donde trabajó para los periódicos Ovaciones y Excélsior, además de colaborar con Novedades y La Jornada, también elaboró portadas para importantes diarios de Estados Unidos.
El ingenio del caricaturista e historietista generaron personajes como Máximo Tops, El Charro Matías, Gastón Billetes, el Tapado y la Dama Caritativa, entre otros; además, fue pintor, obras que presentó en tres exposiciones, dos en el Museo Tamayo (Abel Quezada dibujante, 1984) y otra en el Museo de Arte Moderno. Algunas de sus pinturas se incluyeron en Los tiempos perdidos (1979) y La comedia del arte, éste último con textos explicativos.
Autor de los libros Cartones de Abel Quezada (1958), Los tiempos perdidos, Nosotros los hombres verdes (1985) y Petróleos mexicanos, una historia en dos murales (1992), entre otros, obtuvo el Premio del Club de Periodistas y el Nacional de Periodismo de México 1980.
En su trayectoria, la cual abonó con diversas actividades, elaboró caricaturas acompañadas de un texto breve e ingenioso, con contenido social, además de remembranzas, recetas, reflexiones e incluso críticas al sistema político en turno, mezcla de historieta y caricatura política o textos ilustrados como él les llamaba. La alimentación del mexicano, los abusos del gobierno y la iniciativa privada, así como las guerras y los errores de la política internacional, fueron parte de los temas que abordaba constantemente.
Abel Quezada estudió ingeniería mecánica y eléctrica, produjo el programa Rayo veloz en la televisión mexicana y llegó a participar al lado de Alberto Isaac en la cinta En este pueblo no hay ladrones, basada en la obra homónima de Gabriel García Márquez y en la que participaron Luis Buñuel, Leonora Carrington y José Luis Cuevas, además de los escritores Juan Rulfo, María Luisa La China Mendoza y Carlos Monsiváis. En 1968 colaboró nuevamente con Isaac en Las visitaciones del diablo (en el papel del General) y en Los días del amor, en 1972.