Los accidentes automovilísticos asociados al consumo de alcohol son un problema de salud pública que afecta principalmente a personas de 20 a 39 años, señaló la coordinadora estatal del Programa de Prevención de Accidentes y Seguridad Vial de Guerrero, Elizabeth Zapata Díaz.
Durante el seminario por el uso nocivo de bebidas alcohólicas que organizó la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), afirmó que en la Asamblea General de las Naciones Unidas los países se comprometieron a reducir 50 por ciento el número de muertes por accidentes de tránsito.
Señaló que el uso correcto del casco al conducir motocicleta disminuye 72 por ciento el riesgo y la gravedad de traumatismos craneales, y hasta 39 por ciento la posibilidad de fallecimiento. Detalló que cada vez más jóvenes manejan estos medios de transporte bajo los influjos del alcohol, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
El fortalecimiento de medidas como el alcoholímetro para conductores inhibe el abuso en el consumo de bebidas alcohólicas; la evidencia muestra que esta acción ha contribuido a disminuir 20 por ciento los accidentes de tránsito.
La especialista presentó un estudio realizado en 2018 en 30 municipios de 27 entidades federativas, que mostró que entre 66 por ciento y 85 por ciento de conductores de motocicletas rebasa los límites de velocidad.
El coordinador estatal del Programa de Unidades de Especialidad Médica Centros de Atención Primaria en Adicciones de la Conadic, Ahmed García Tenorio, advirtió que el consumo de alcohol está normalizado entre la población y permitido en niños y adolescentes.
Las bebidas alcohólicas reducen el campo visual, los reflejos, producen estado de euforia y exceso de confianza, apreciación errónea de las distancias y de la velocidad, aumento de agresividad e irritabilidad, falta de percepción de señales de tránsito y luces de semáforos u otros vehículos, y aumento de sensibilidad a deslumbramientos, entre otros.
El director del Instituto Mexiquense de Salud Mental y Adicciones, Alberto Alonso Gutiérrez Novelo, detalló que una bebida alcohólica debe tener entre dos por ciento y 55 por ciento de alcohol etílico en volumen; cuando rebasa el porcentaje máximo su comercialización es ilegal por estar adulterada.
Gutiérrez Novelo advirtió que el consumo de bebidas alcohólicas adulteradas puede ocasionar síntomas graves como náuseas, vómito, dificultad para respirar, dolor de cabeza, dolor abdominal, mareo, vértigo, visión borrosa y convulsiones.
Ante una intoxicación por consumo de bebidas alcohólicas, recomendó abrigar a la persona afectada para evitar hipotermia, acostarla de lado en caso de encontrarse inconsciente y brindar acompañamiento en todo momento.
Foto: Es Imagen / Alfredo Fernández