Atletas pueden sufrir de heridas agudas y crónicas por el roce de la piel con la ropa, calzado o implementos deportivos.
Cruzar la meta antes que el rival, detener el reloj en el menor tiempo posible o conseguir más puntos que el oponente, son los principales objetivos a lograr para los deportistas. Pero el constante roce de la piel con la ropa, el calzado o el equipo deportivo, mientras desempeñan sus disciplinas, así como la fricción o las caídas, pueden provocar heridas que frenen su triunfo.
Lesiones por fricción de calzado o ropa, ampollas, heridas cortantes, úlceras por presión o úlceras de extremidad inferior, son algunas lesiones a las que se enfrentan los atletas por la constante práctica de su disciplina atlética, por lo que es primordial que cuenten con un tratamiento adecuado para evitar que las heridas eviten su desempeño al máximo nivel.
Este tratamiento puede ser el ácido hialurónico. Si bien, esta sustancia ha sido asociada con tratamientos estéticos, cuenta con beneficios superiores, entre ellos: ayudar a propagar los nutrientes de la piel y eliminar desechos que se encuentren en ella para la pronta recuperación de la misma ante lesiones.
También permite mantener las heridas hidratadas y libres de bacterias y, además, tiene la capacidad de absorber agua, facultades imprescindibles para la recuperación cutánea.
“Es muy importante para los atletas recibir un tratamiento adecuado de cualquier herida, siempre en manos de un especialista. En un principio, la falta de cuidados puede provocar molestias o la suspensión de la práctica deportiva. Y, en caso de que no se atienda de forma adecuada, la herida puede provocar problemas mucho más severos como infecciones o, incluso, una lesión deportiva mayor”, explicó el Dr. Mauricio López Ramos, Cirujano Ortopedista.
Es necesario identificar si la lesión se clasifica como una herida aguda o herida crónica, para así conocer el mejor tratamiento adecuado para cada una.
Las heridas agudas son aquellas que pueden recuperarse en un tiempo razonable; requieren de menores cuidados y tratamientos que sólo abarcan un determinado momento de recuperación. Entre ellas están las quemaduras de primer y segundo grado, cirugías y golpes.
A su vez, las heridas crónicas son lesiones en la piel que se deterioran con el tiempo, requieren de tratamiento y curación permanente. Las más comunes de este tipo son las úlceras por presión, úlceras de extremidad inferior (arteriales, venosas, pie diabético) y úlceras neoplásicas (causadas por tumores avanzados o metastásicos).
La constante exposición al sol, el contacto cotidiano con el agua o en superficies de tierra, pasto o los materiales de las pistas, también influyen en la aparición de estas lesiones.
Existen diferentes compuestos que ayudan a la recuperación o regeneración de la piel, los cuales no influyen en el rendimiento de los deportistas, ni representan alguna prohibición para su uso y, además, son de libre venta.
“Es importante visitar al especialista para recibir el tratamiento y los cuidados más adecuados para cualquier herida. Gracias a su experiencia éste podrá dar alguna recomendación para utilizar un tratamiento en crema o gel hecho a base de ácido hialurónico que beneficie el proceso de cicatrización y ayude a reducir el dolor”, argumentó el especialista en Medicina Deportiva.
Otra de las opciones más adecuadas es una crema fabricada a base de ácido hialurónico más colagenasa, la cual proporciona un entorno óptimo y húmedo que apoya el proceso de cicatrización en las úlceras crónicas, preserva la piel, mantiene sano el tejido y prepara el lecho de la herida en lesiones con tejido muerto, el cual presenta más daños y requiere de cuidados mucho más específicos.