De aprobarse la propuesta del partido Morena, de despenalizar la marihuana, México se sumaría a la tendencia que existe en diversas naciones de legalizar la cannabis, no sólo para fines medicinales sino también recreativos.
México formaría parte de la lista de los países que legalizan el consumo de marihuana, que aumenta con mayor frecuencia y en la que figuran: Holanda, India, Jamaica, Estados Unidos, Chile, Uruguay, y recientemente Canadá, entre otros.
La iniciativa que presentó la próxima titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero, en el Senado de la República, se centra en un control sanitario fuerte en el consumo, venta y comercialización de la marihuana.
Además, incluye la creación del Instituto Mexicano de Regulación y Control del Cannabis, la portación de hasta 30 gramos y el cultivo de 20 plantas en floración, cuya producción no puede exceder los 480 gramos al año, detalló Tzoyectzin Chacón Gutiérrez, especialista en Derecho.
El también fundador del Programa Nacional de Asistencia Jurídica consideró que si bien aún se tienen que pulir algunos de los lineamientos de esta propuesta, tales como el control de la producción por persona, es un acierto encaminarse a la tendencia global.
“Esa es la tendencia mundial y creo que es una forma acertada y completa, finalmente la Suprema Corte ya resolvió que no se debe penalizar el consumo de la cannabis, y al haber cinco resoluciones en el mismo sentido, ya la tendencia deberá ser cumplir con esa jurisprudencia y lo que están haciendo los legisladores es formalizar esta resolución”, mencionó.
En entrevista con Notimex, apuntó que al regularizar el consumo y la comercialización, pese a no ser una tarea sencilla, se cumpliría el principal objetivo: quitar ganancias millonarias a la delincuencia organizada.
“Si se va limitar a la delincuencia, pero tampoco es que se vaya a solucionar todo porque la delincuencia organizada evoluciona mucho más rápido que las instituciones e incluso que la sociedad, entonces buscará alguna forma e incluso al tener una estructura importante seguirá siendo negocio pero un negocio legal; aventurarse a decir que ya con esto se va resolver el problema no creo que sea cierto”, opinó.
Además, con la despenalización de la cannabis muchas de las personas que se encuentran presas por portación y consumo de marihuana podrían ser beneficiadas, ya que la Constitución señala que ninguna ley se le podrá dar efecto retroactivo en perjuicio del personal.
“Eso quiere decir que una ley nueva no puede perjudicar a alguien es decir no puede aplicarse al pasado para perjudicar, pero no dice nada para que le pueda favorecer; entonces no dudo que haya incidentes de liberación, amparos o infinidad de recursos en donde la gente se va a coger al beneficio nuevo del tema de la retroactividad de atención a esta ley federal”, explicó.
Por ello, los legisladores se enfrentan a una gran labor que poco tiene de sencilla; tendrán que pulirse aquellos detalles que los expertos ven como errores y beberán analizar y estudiar cada uno de los puntos de la iniciativa que se espera se convierta en ley.
“Recordemos que esto es una iniciativa en la que hay mayoría pero para que se apruebe es un proceso largo y sobre todo si hay modificaciones a la Constitución, porque nuestro sistema es rígido e implicará que se apruebe por las dos terceras partes del Congreso, la Cámara de Diputados, de Senadores, y que pase a la legislatura de los estados y una mayoría lo apruebe”, concluyó.