Investigadores del Instituto de Geofísica e integrantes del Comité Científico Asesor del Popocatépetl, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estimaron que la actividad del volcán regresará a su condición anterior.
En conferencia de prensa, refirieron que si bien la ceniza emitida por el volcán representa un peligro para la salud de las personas en vías respiratorias, ojos y piel, no es letal.
Respecto a la actividad del volcán, el investigador Robin Campion dio a conocer tres escenarios posibles respecto a su comportamiento: El más factible, explicó, es que la actividad del volcán regrese a su característica anterior, es decir, desgasificación pasiva y tranquila del magma profundo y posiblemente nuevos ciclos de construcción y destrucción de domos.
El segundo escenario plantea que la actividad siga como hasta ahora; con explosiones de intensidad moderada separadas por horas, a días de calma y acumulación de gases, tal y como lo han mostrado otros volcanes en el mundo, durante décadas.
Mientras tanto, el tercero, que es el más peligroso pero menos probable, propone que después de un largo periodo de varias semanas, sin explosiones, ni emisión de gases, la presión acumulada se libera rápidamente.
Ello desencadenaría la despresurización de todo el sistema, lo que provocaría una erupción de gran magnitud. “Insisto, este escenario es el menor probable y por el momento no hay indicciones de que se produzca. Ciertamente es el escenario más peligroso y frente a la existencia de esta posibilidad se decidió recomendar el cambio de nivel de precaución”, expuso el académico universitario.
Servando de la Cruz, también investigador del Instituto de Geofísica e integrantes del Comité Científico Asesor del Popocatéptl, señaló que indudablemente el sismos de 2017 influyeron para la mayor actividad del volcán. “No hay duda de que los sismos de 2017 influyeron, no solo en el volcán, sino regionalmente en muchos otros aspectos. Liberaron mucha energía. Ese cambio en el patrón de esfuerzos naturalmente se refleja en el Popocatépetl”.
Servando de la Cruz subrayó que una vez que se establezca que estas modificaciones no representan ningún peligro para la población, se contemplará la posibilidad de reducir nuevamente el riesgo. Además, destacó que hay un cambio en la naturaleza de las erupciones, porque ya no requieren un domo, que era la causa principal de las explosiones, sino que por sí solas ocurren.
En tanto, la investigadora Ana Lillian Martin del Pozzo, también del Instituto de Geofísica, subrayó que la ceniza emitida por el volcán, sí afecta en vías respiratorias, ojos y piel. «La ceniza sí nos afecta. Produce efectos agudos en las vías respiratorias, en los ojos y también puede afectar la piel”, por lo que es recomendable evitar estar al aire libre y cerrar ventanas.
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