La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) consideró que el aumento de 20 por ciento al salario mínimo, que entró en vigor el pasado 1 de enero en la mayor parte del país, “será insuficiente” y como ocurrió un año antes podría “diluirse” con la actualización de precios e impuestos.
Al reconocer el incremento del salario mínimo para este año, “el más importante en los últimos 40 años”, señaló que sus efectos tendrán un bajo impacto en el consumo, debido a la actualización del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas.
Esta actualización, apuntó, “se verá reflejada en el bolsillo de los mexicanos por la elevación de los costos de suministro de los productos de primera necesidad, que tenderán a elevar sus precios”.
Refirió que “durante 2019 tuvimos un incremento de salario mínimo de poco más del 16 por ciento que todos celebramos», sin embargo, la situación actual lo diluyó y resultó insuficiente.
Explicó que en los monitoreos de precios a la canasta básica que realiza mes a mes, vieron -en 2019- un aumento sostenido de precios en productos como el tomate, cebolla y jitomate, que duplicaron su precio a lo largo del año.
Por ello, el presidente de la ANPEC, Cuauhtémoc Rivera, consideró en un comunicado que el “aumento otorgado de poco más de 16 por ciento en enero de 2019 nada más sirvió para el arranque, por lo que prevemos un escenario similar en este 2020”.
Citó que de acuerdo al Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, en 30 años la población mexicana ha perdido hasta 80 por ciento su poder de compra, el cual se refleja en su salario mínimo principalmente al intentar abastecer su canasta básica.
Destacó que según investigaciones de la UNAM, en 1987 un ciudadano debía trabajar 4.9 horas para comprar la canasta básica, de entonces a 2017 y a la fecha, un ciudadano debe trabajar 24 horas comprar dichos productos, por lo que se infiere que el aumento de salario otorgado en este 2020 resultará insuficiente para mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
“Aunado a la carestía de vida, tenemos factores fiscales que lo encarecerán aún más, como el IEPS, pues desde antes de terminar diciembre las cadenas de proveeduría informaron al pequeño comercio de las actualizaciones a los precios», como por ejemplo el pan de caja en todas sus versiones.
Refirió que a ellos se suman los incrementos fiscales a hidrocarburos, que encarecen el transporte de mercancías, así como el transporte público, muestra de ello en el Estado de México, lo que vislumbra «no sólo una cuesta de enero, sino que los mexicanos llevaremos el 2020 a cuestas».
«La carestía de la vida es esa piedrita en el zapato que nos fastidia a cada paso que damos, pero hasta ahora no la hemos podido controlar, pues mientras no haya desarrollo económico no se podrá fortalecer el mercado interno, los mexicanos no podrán tener una certeza económica”, añadió Cuauhtémoc Rivera.
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