En América Latina y el Caribe la disponibilidad de enfermeras y enfermeros es de 44.3 por cada 10 mil habitantes, según estimaciones recientes (2022) de la Organización Panamericana de la Salud acerca de la disponibilidad de recursos humanos para la salud y el número de personal de enfermería que se requiere para cumplir con los Objetivos del Desarrollo Sostenible, a fin de alcanzar la cobertura universal de salud.
Para lograr la meta de cobertura efectiva, el organismo internacional calcula que aún se requieren, por lo menos, 70.6 profesionales de enfermería y partería por cada 10 mil habitantes.
Señala que en el continente Americano hay, en promedio, nueve millones de profesionales de esta área quienes representan más de 56 por ciento de los recursos humanos que desempeñan un papel clave en los servicios y promoción de la salud, prevención de enfermedades, gestión de los servicios y educación de estos especialistas.
La jefa de la carrera de Enfermería de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, Betsy Flores Atilano, comenta en entrevista que el Sistema Nacional de Salud tiene un registro de 315 mil enfermeras y enfermeros, 45 por ciento son recursos humanos profesionales, es decir, cuentan con estudios de licenciatura, sin embargo, se requieren al menos 750 mil profesionales más para alcanzar el índice de cobertura promedio. Por ello, el país tiene un gran reto: continuar con la profesionalización de este sector.
En ese sentido, la Universidad Nacional imparte la licenciatura en Enfermería y 16 especialidades, además de la Maestría en Enfermería y el recién aprobado Doctorado en Enfermería (31 de marzo 2023), en el que también participa el Instituto de Investigaciones Antropológicas. La enseñanza se imparte en las facultades de estudios superiores Iztacala y Zaragoza, así como en la Facultad de Enfermería y Obstetricia.
La universitaria resalta que en el país únicamente existen dos programas de doctorado en Enfermería, el de la UNAM y el de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Eso también implica grandes retos en los cuales la UNAM trabaja, ya que una fuerza laboral bien formada, capacitada y distribuida de manera equitativa en el país es fundamental para tener sistemas de salud resistentes, satisfacer las necesidades de salud de la población y estar mejor preparados ante los retos presentes y futuros.
Asimismo, puntualiza que la crisis sanitaria por la COVID-19 generó importantes aprendizajes a la población, así como a enfermeras, enfermeros y trabajadores de la salud. Si bien estos profesionales requieren de gran vocación, “haber vivido la pandemia nos llevó a reflexionar sobre nuestra labor humanitaria, más allá de la cuestión científica y técnica”.
Esta situación propició mayor acercamiento del personal de enfermería con las nuevas tecnologías, las cuales “nos ayudaron a aproximar a nuestros pacientes, que se encontraban en zonas restringidas, con su familia”; fueron un gran apoyo terapéutico para que una cantidad importante de personas hospitalizados salieran adelante.
Además, socialmente se volteó a ver más a estos trabajadores de la salud. También a considerar que existe la necesidad de realizar más inversión para contratar a mayor número, a fin de garantizar una fuerza laboral más fuerte y preparada para estar en posibilidad de hacer frente a los retos actuales y anticiparnos a aquellos que pudieran venir.
Como Universidad nos corresponde formar recursos humanos de calidad; sin embargo, en ocasiones son insuficientes las plazas del Sistema Nacional de Salud para que nuestros egresados se inserten en el campo laboral, recalca la académica de la FES Iztacala.
Apunta que los profesionales en esta área que se forma en las universidades son capaces de cumplir cuatro roles, en los que pueden insertarse laboralmente: asistencial, de investigación, en la academia y como gestores, es decir, participar en la administración donde “podemos gestionar los recursos y participar en puestos políticos de alta jerarquía que nos permitan intervenir en la elaboración de políticas públicas”.
Ello, prosigue, “asumiendo el compromiso de fortalecer a esta disciplina científica, mejorando la respuesta a las necesidades de salud de la persona, la familia y las comunidades; incorporando la práctica del cuidado humanizado, científicamente fundamentado, culturalmente adecuado y éticamente responsable; teniendo presente en todo momento que el derecho a la salud incluye la garantía que tienen todas las personas a recibir cuidados profesionales de enfermería, cumpliendo de esa manera con el deber y el compromiso que tiene nuestra Universidad con la nación”.
Cabe mencionar que datos estadísticos de la Dirección General de Administración Escolar de la UNAM, refieren que en el ciclo escolar 2021-2022 del total de alumnos de primer ingreso 68 por ciento son mujeres y 32 por ciento varones.
Loable labor
El 12 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Enfermería, en homenaje del natalicio de Florence Nightingale, enfermera formada en Inglaterra a quien se le atribuye la creación de la enfermería profesional.
En 2021, por acuerdo del Consejo de Salubridad General y por decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federaciónen marzo de ese año, se estableció en México el 12 de mayo –Día Internacional de la Enfermería–, la conmemoración del Día de las Enfermeras y de los Enfermeros, celebración que originalmente, desde 1931, se realizaba el 6 de enero.
La efeméride tiene como propósito reconocer a enfermeras y enfermeros quienes realizan esta loable labor en beneficio de la humanidad.