Los Ángeles, 27 Abr (El Informador).- La actriz mexicana nominada al Oscar, Adriana Barraza estrenó la serie “Penny Dreadful: City of Angels”, spin-off de la historia británica protagonizada por Eva Green.
En esta nueva aventura, los roles centrales recaen en Natalie Dormer, Daniel Zovatto, Nathan Lane y por supuesto Barraza, quien comparte en entrevista lo que significa ser parte de esta gran producción liderada por el tres veces nominado al Oscar, John Logan y donde el ganador al Oscar, Sam Mendes, es el productor ejecutivo.
“La serie lleva este nombre en dos sentidos, como entidad angélica y por la ciudad de Los Ángeles, California. Estoy muy contenta, tengo uno de los personajes principales de la trama, cuya historia es épica y monumental. Cuando esta historia se terminó hubo alrededor de 10 mil extras y más de 300 actores. Es una serie de muy alto presupuesto, pero eso no significaría nada sino tuviera una alta calidad”, explica.
La trama se sitúa en 1938, cuando en Los Ángeles había tensión política y social. Un siniestro asesinato conmociona a la ciudad y el detective “Tiago Vega” (Zovatto) y su compañero “Lewis Michener” (Lane) se ven envueltos en una historia épica que refleja la historia de la ciudad, desde la construcción de las primeras carreteras y sus tradiciones mexicoamericanas, hasta las peligrosas acciones de espionaje del Tercer Reich y el surgimiento del evangelismo en la radio.
“Se cuentan las historias a través de una familia mexicana, de una madre que soy yo y cuatro hijos de diferentes edades y ocupaciones. En general, es una gran batalla entre la ‘Santa Muerte’ (Lorenza Izzo) y el mal, personificado por ‘Magda’ (Natalie Dormer). Son dos hermanas sobrenaturales, la primera, según palabras de John Logan, es un ángel bendito que nos toma de la mano, nos cuida y nos lleva junto a Dios cuando morimos”. Y “Magda”, quien es la antagónica, es el ser siniestro que impactará en la vida de los habitantes de Los Ángeles.
“Penny Dreadful: City of Angels” correlaciona los hechos sobrenaturales con los históricos, creando una ficción muy atractiva que Adriana reitera, será de gran interés para la audiencia. “Una de las virtudes de Logan como creador, es haber hecho en sus primeras tres temporadas, ese mix de la calidad de personajes icónicos sobrenaturales como ‘El hombre lobo’ y ‘Frankenstein’, etcétera. Y en este caso toma solamente estas entidades como la ‘Santa Muerte’ y ‘Magda’ como algo sobrenatural, pero en medio estoy yo, el personaje de ‘María’ es una mujer que no se explica por qué ella puede invocar específicamente a la ‘Santa Muerte’ y además, le tiene mucha fe. Los hechos históricos ahí están y son muy perturbadores, como por ejemplo, las células nazi en Los Ángeles, que hacían un llamamiento a los ciudadanos para que formaran parte su partido”.
Resalta Adriana también que varios de los edificios en Los Ángeles fueron construidos con una estética nazi, del impacto ario que buscaba Hitler. Destaca además, que el director quería que quedara muy claro que los espectadores estadounidenses sepan que esta área donde hay tantos mexicanos, era México y que no son extranjeros, sino que viven en un territorio que les pertenecía.
Adriana señala que ante la contingencia sanitaria no queda otra más que mirar hacia adelante. “Lo principal es que nosotros en este momento tengamos conciencia de cuidarnos, todo empieza por la partícula más pequeña que somos nosotros mismos. Entonces, es tratar de pasar esta contingencia de la mejor manera, el miedo que podemos tener no tenemos que soslayarlo, lo tenemos que afrontar, abrazar, oírlo y después tratar de sobrepasarlo”. Confiesa que cuando le detectaron cáncer en 2015, tuvo miedo, “lo primero que uno piensa es: ‘ya me morí’ y da mucho miedo’, pero aprendí que uno tiene que abrazar esas emociones para tratar de entenderlas”.
También, compartió que continúa con su escuela de actuación en línea, “tenemos ahora la escuela casi sin alumnos, les estamos dando clases online, consideramos que como comunidad también somos responsables de darles a nuestros jóvenes, esperanza y alegría, de ayudarlos a bien pasar esta cosa tan terrible, muchos de ellos se han quedado sin trabajo porque eran parte de los restaurantes y de los hoteles. Entonces, hay que querernos como seres humanos y como comunidad”.