La directora general del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), Elsa Julita Veites Arévalo, informó que las personas de 60 años y más representan el 48.93 por ciento de las muertes por COVID-19 en el país.
Hasta el 29 de abril habían fallecido 847 adultos mayores, de los cuales 306 eran mujeres y 541 hombres. De estos, el 47 por ciento tenían comorbilidades como hipertensión y el 37 por ciento diabetes.
En entrevista con Notimex, la funcionaria detalló que los adultos mayores son un sector de la población que se ha visto afectado, pero no son los más vulnerables, pues del total de contagiados representan sólo el 20 por ciento.
“Casi el 50 por ciento de las personas que han fallecido son personas mayores de 60 años, ahí sí hay un riesgo, pero no hay un peligro de enfermarse si la persona se queda en su casa y se cuida”, señaló.
Veites Arévalo consideró que el principal problema de propagación de la enfermedad es la movilidad, pues la mayoría de las personas mayores que se han contagiado con Coronavirus se encuentran entre los 60 y 69 años, rango de edad que se considera aún productivo.
En este sentido, explicó que este sector de la población, contrario a los estigmas que existen, representa una importante fuerza productiva ya que la mayoría de hombres y mujeres de más de 60 años son independientes y continúan laborando.
“La mayoría, por lo menos hasta los 75 años, son personas independientes, productivas y propositivas que todavía están activas, hay algunas con disfunciones menores, pero hasta los 75 años los adultos mayores pueden hacer una vida completamente normal”, explicó.
Con base a la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018, en el país residen 15.4 millones de personas de 60 años o más, de las cuales 1.7 millones viven solas y de esas, cuatro de cada 10 son económicamente activas.
La directora del INAPAM indicó que un gran porcentaje de este sector poblacional radica en las grandes ciudades, capitales y zonas metropolitanas, por lo que enfatizó en el tema de reducir al mínimo la movilidad para evitar estar en contacto con posibles portadores del virus.
Respecto a la respuesta del INAPAM frente a la emergencia sanitaria a causa del COVID-19, Veites Arévalo comentó que desde el pasado 12 de marzo el instituto entregó un protocolo de actuación para los asilos, albergues, casas hogar y demás lugares que concentran adultos mayores.
“Se evita lo más que se puede el ingreso de personas y por el momento sólo entran a esos espacios el personal que atiende a los adultos mayores. Estamos restringiendo totalmente la visita de familiares, pues no sabemos de dónde vengan o dónde han estado y esas situaciones nos preocupan.
“Las personas que trabajan en el asilo tienen que cumplir con medidas muy estrictas, por ejemplo, no pueden ingresar con el uniforme que utilizan, pues tienen que ponérselo una vez que llegan al espacio, lavarse las manos y desinfectarse antes de tener contacto con las personas mayores”, comentó Veites Arévalo.
La funcionaria indicó que el INAPAM cuenta con seis albergues a su cargo en el país y en ninguno se ha presentado algún contagio de COVID-19. Asimismo, afirmó que se mantiene comunicación permanente con los gobiernos estatales para la difusión de información sobre cómo enfrentar la emergencia sanitaria y proteger a los adultos mayores.
Compartió que la operación del instituto se ha visto disminuida durante la cuarentena, pues gran parte de su personal pertenece a los grupos identificados como vulnerables por la Secretaría de Salud.
Añadió que los módulos de expedición de tarjetas se encuentran cerrados y se tuvo que contratar a trabajadores por honorarios para atender los albergues durante la contingencia.
El reto más importante
Veites Arévalo aseguró que el principal reto al que se enfrentan los adultos mayores durante esta emergencia sanitaria es la convivencia intergeneracional, pues al estar viviendo en aislamiento se generan fricciones al interior de las familias.
Por ello, invitó a las personas a integrar a las actividades diarias a los adultos mayores y no relegarlos en una habitación, además de extremar la higiene en todos los espacios de convivencia.
“Que se integren a las actividades y en todas las labores de la casa que pueden participar, para así reforzar la convivencia familiar”, expresó.
La directora del INAPAM advirtió que los adultos mayores serán de los últimos sectores de la población en incorporarse a las actividades normales para evitar brotes o contagios.
“En este momento el mensaje es quédense en casa, pues eso nos va a permitir en un corto tiempo regresar a la socialización.
“Es importante que ahorita aprovechen este momento para convivir con sus familias, para enseñarles a sus nietos cosas que ellos saben, todos tenemos una experiencia que podemos transmitir a la gente joven, a los nietos, hijos, sobrinos o con quienes estén”, declaró.