La dirigencia nacional del PAN aseguró México enfrenta una crisis en materia económica y de inseguridad, que se ve reflejada en la caída de empleos formales y el aumento de los homicidios.
Marko Cortés, líder del blanquiazul, consideró que la crisis es provocada por el mal manejo de las políticas públicas, recortes presupuestales en áreas sustanciales, la inexperiencia y la improvisación.
En un comunicado, sostuvo que existen cifras desalentadoras como la creación de solo 3 mil 983 empleos en el mes de mayo y el registro de 14 mil 133 víctimas de homicidio en los primeros cinco meses de este año.
«El pésimo desempeño de la economía en el gobierno de López Obrador es consecuencia de la incertidumbre y desconfianza generada por sus acciones entre los inversionistas», aseveró.
«Lamentablemente, tenemos que alzar la voz para decir que en lo económico las cosas van de mal en peor. Ahí están los datos oficiales, en el mes de mayo ni 4 mil empleos se crearon y si la tendencia no cambia, existe el riesgo de que la economía caiga en recesión».
El dirigente criticó que el Gobierno no reconozca el problema a pesar de que expertos y organismos internacionales han pronosticado poco crecimiento para este año.
Cortés exigió a la Administración federal ejercer cuanto antes el gasto público en infraestructura así como brindar facilidades y certeza jurídica al capital privado para estimular el crecimiento de la generación de empleos formales.
El ex legislador aseguró que en la misma situación se encuentra el problema de la inseguridad en el País, ya que solo en el mes de mayo se iniciaron 2 mil 476 carpetas de investigación y en los primeros meses aumentó el secuestro un 28 por ciento.
Tras urgir la puesta en marcha de una estrategia inmediata de la Guardia Nacional para combatir la delincuencia, lamentó que se utilice a los elementos de esta nueva corporación en tareas migratorias.
«El presidente no puede dejar para después un tema tan importante», expuso.
«Insiste en emplear la Guardia Nacional para tareas migratorias y anuncia la inyección de 100 millones de dólares en Centroamérica para frenar la emigración a Estados Unidos, pero se olvida de que los mexicanos ya no se sienten seguros en su propio territorio a causa de la inacción de las autoridades».