A seis policías municipales los mataron por la honestidad que tuvieron al denunciar que un mando de Amozoc protegía a huachicoleros, aseguraron sus familiares.
Félix Rojas, papá de Laura Rojas, de 30 años, lamentó que su crimen haya sido una venganza por la denuncia que hicieron ella y sus compañeros ante contraloría.
«Cuando supo que el comandante Javier andaba en malos pasos, dio la queja, ella y otros compañeros.
«Ella fue encargo, por órdenes del comandante este, que se investigue hasta el fondo caiga quien caiga», dijo.
Reprochó que el Ayuntamiento de Amozoc no los respaldara, ni les brindara seguridad suficiente para realizar sus labores.
Los familiares de Martín Estudillo prefirieron no emitir ninguna postura tras señalar que temen por la vida de la viuda del policía y de sus hijos.
Aseguraron que como fue un homicidio por venganza temen que por opinar también los agredan.
Ambos agentes fueron enterrados por la mañana en diferentes panteones de la ciudad de Puebla.
Fuente: Reforma