Con el objetivo de brindar cada día un mejor servicio de agua potable, drenaje y saneamiento de aguas residuales que se prestan en el municipio de Puebla y zona conurbada, lograr un mejor aprovechamiento y un uso sustentable del vital líquido, Agua de Puebla para Todos, empresa vanguardista a nivel nacional; en los 48 meses de gestión, adquirió tecnología de última generación proveniente de diversas partes del mundo, garantizando un servicio de calidad, en beneficio de sus clientes. En este sentido y para contar con una forma de comprobación rigurosa y transparente de los equipos que se adquieren, Agua de Puebla cuenta con un Banco de Valoración de materiales, donde se realizan pruebas de calidad y rendimiento, proceso que permite la selección y adquisición de los equipos adecuados que cumplan con los mejores estándares de calidad.
Dentro de los rubros a destacar se encuentra la mejora de la eficiencia energética. Gracias a la adquisición de 74 equipos de bombeo de alta eficiencia, se ha mejorado la eficiencia energética, obteniendo un mayor volumen de extracción de agua con un menor consumo de energía, en apoyo a la sustentabilidad del medio ambiente, optimizando la operación de los 192 pozos a cargo de Agua de Puebla, este proceso permite disminuir costos y mejorar las condiciones operativas de los mismos.
Como parte de la primera etapa del proyecto, y para lograr un mejor control de la producción del volumen de agua potable con el que se contaba a partir del inicio de la concesión, en 2016 se llevó a cabo la instalación de macromedidores de caudal en las fuentes de abastecimiento, con un monitoreo realizado a través de un sistema que funciona con comunicación remota. Con esta acción, Agua de Puebla mide, controla y garantiza una adecuada extracción de volumen de agua en los pozos.
Para medir y controlar la gestión del vital líquido en su fase de distribución, Agua de Puebla lleva a cabo un proyecto de automatización en su infraestructura hidráulica, adquiriendo diversos equipos de alta tecnología, provenientes de países como Inglaterra, Israel y Suiza, entre los que podemos mencionar:
I) Loggers y medidores: Con estos dispositivos, es posible obtener datos de presión y/o caudal en el punto de la línea de distribución en la que se instalan, datos que son enviados para su monitoreo y control mediante GPRS
II) Válvulas automáticas: Con ellas se controlan el flujo y la presión del agua a través de la tubería, mediante la acción automática o remota de su mecanismo, cumpliendo las premisas establecidas para una adecuada gestión de la red, es decir distribuir el líquido de forma adecuada para satisfacer las necesidades hídricas de sus clientes.
Tomando como base modelos de monitoreo de talla internacional como los instalados en Madrid, Londres , Granada y Tel Aviv, se adquirió tecnología de última generación, con una inversión superior a los 2 millones de pesos, para implementar el Centro de Control y Monitoreo en el que se combinan procesos que optimizan la supervisión, control, monitoreo y operación de forma remota y en tiempo real de las actividades relacionadas con el abastecimiento, tratamiento, almacenamiento y distribución de agua potable; además de la obtención de información en tiempo real, permitiendo la toma de decisiones efectivas, y en caso de ser necesario, realizar acciones inmediatas vía remota evitando pérdidas de líquido.
Como parte complementaria de este innovador proyecto, se cuenta con el equipo de “Caza Fugas”, integrado por personal altamente capacitado y calificado, dedicado exclusivamente a reparar fugas de forma inmediata; actualmente se tiene un tiempo de atención de 48 a 72 horas, teniendo como meta dar respuesta en máximo 24 horas.
Como punto focal de esta actividad, podemos destacar la localización eficiente y eficaz de las fugas; para esto, se adquirieron diversos dispositivos vanguardistas que estriban desde Geófonos de piso, hasta georradar por inducción electromagnética, pasando por cámaras de videoinspección y correladores multipunto en tiempo real, con dicho equipo se han recuperado fugas no visibles identificadas en drenajes de la ciudad, que representan 8,769 m3 por semana que se dejan de perder en fugas, equivalente a 877 pipas de 10 mil litros.