Más allá de ser espacios para lavar la ropa, los lavaderos públicos eran lugares de convivencia y de intercambios culturales, donde la vida cotidiana forjó la historia de las ciudades, tal es el caso de los ubicados en el Barrio de El Alto, en la ciudad de Puebla, los cuales serán intervenidos por el gobierno del estado, bajo la asesoría de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través de especialistas del INAH.