El ministro de Salud del Gobierno de Alemania, Jens Spahn, advirtió que podría desatarse una segunda ola de contagios y muertes por Covid-19, si la población alemana no toma con seriedad las medidas de distanciamiento social e higiene.
El aviso de Spahn, en el cargo desde marzo de 2018, llegó después de que cientos de turistas alemanes fueron captados en video en el “Ballermann”, un bar de la isla española de Mallorca, ubicado en El Arenal, zona conocida por su vida nocturna.
“Tenemos que tratar de prevenir infecciones, particularmente ahora en temporada de vacaciones”, dijo en conferencia el lunes 13 de julio, añadiendo que “si hay contagios en Mallorca, cuando (…) regresen a Alemania traerán consigo el virus”.
Al día siguiente, el martes 14, Helge Braun, jefe de la oficina de Angela Merkel y coordinador de la respuesta contra el virus, declaró que las autoridades exploran el prohibir viajes turísticos desde aquellas áreas que vean un aumento de casos, una política que, con sus variantes, han aplicado países como Japón y el Reino Unido.
“Nuestras medidas (actuales) son las apropiadas para evitar una segunda gran ola”, dijo Braun en una entrevista en la cancillería en Berlín. “Pero esto requiere que no seamos descuidados (…) y que mantengamos nuestro respeto por el virus”.
Alemania lleva disminuyendo el número de contagios y muertes diarias de manera clara, desde hace al menos dos meses. El 14 de mayo reportó 933 nuevos casos y 89 decesos, mientras que el 14 de junio anunció 247 y 6, respectivamente. Y para ayer, 14 de julio, se reportaron 0 contagios detectados y 0 muertes en su territorio.
Por su parte, Merkel se ha enfocado en los últimos días en el diseño de un plan europeo de recuperación económica que rondaría los 750 mil millones de euros, y mismo que analizarán los jefes de gobierno del bloque este fin de semana en Bruselas. Acompañada del presidente español, Pedro Sánchez, la canciller declaró ayer que su gobierno irá a la cumbre dispuesto a hacer compromisos por Europa.