En tiempos electorales, los partidos políticos evaden la fiscalización de recursos a través del uso de dinero en efectivo, el cual sirve para comprar o coaccionar el voto y prácticamente no deja rastro, consideró Santiago Nieto, ex Fiscal Especializado para la Atención de Delitos Electorales.
De acuerdo con datos del Banco de México, señaló el ex funcionario, el flujo de efectivo se incrementa hasta en seis veces cuando se registran procesos electorales.
«Tenemos un problema y el problema es que, cuando estamos en proceso electoral, se multiplica el flujo de efectivo en las campañas electorales, en un mismo estado llega a haber hasta seis veces más flujo de efectivo en campaña electoral que cuando no tenemos campaña electoral.
«Y eso qué significa, que el dinero que se está circulando no es reportado al Instituto Nacional Electoral y son los mecanismos de compra y coacción del voto que tenemos, sobre todo en los ámbitos locales», señaló.
Nieto, quien fue entrevistado en la Cámara de Diputados tras participar en el foro «Sistema Electoral, Financiamiento de Campañas y Mecanismos de Control de Recursos Ilícitos en los Procesos Electorales de 2018», dijo que deben reforzarse los mecanismos de fiscalización para evitar esta práctica.
«Yo creo que se requieren auditorías forenses mucho más fuertes, una vinculación directa entre la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, el SAT, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la Unidad Técnica de Fiscalización del INE, Fepade y, por supuesto, la Fiscalía Anticorrupción.
«La corrupción empieza en las campañas electorales, en las componendas entre partidos políticos y gobiernos para desviar recursos, en empresarios que financian campañas a cambio de contratos en el ejercicio gubernamental, o en los propios grupos de presión y de interés que para posicionarse en los órdenes siguientes lo que hacen es invertir recursos en las campañas», dijo.
En el mismo foro, el director de Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez, propuso la utilización obligatoria de una criptomoneda por parte de los partidos políticos, lo que permitiría rastrear los recursos al cien por ciento.
Esta medida, consideró Nieto, sólo solucionaría parte del problema, al ejercer un mayor control sobre los fondos bancarizados, pero no la más grave, que es el uso de financiamiento oscuro y que se maneja en dinero constante y sonante.
«El partido político podría tener un sistema de digitalización de la moneda, pero eso no nos resuelve el problema de flujo en efectivo que podemos estar teniendo fuera de las casillas o que podemos ver a partir del condicionamiento a programas sociales», expuso.
Fuente: Reforma
Foto: Es Imagen / Jafet Moz