Los correligionarios del fallecido líder opositor ruso, Alexei Navalny, acusaron este lunes al presidente ruso, Vladimir Putin, de ordenar su asesinato días antes de su canje por un checheno condenado en Alemania, mientras la familia prepara el entierro para que puedan despedirse del político sus numerosos simpatizantes.
«Navalny debería haber sido puesto en libertad en pocos días, ya que nosotros logramos una decisión sobre su canje», aseguró María Pevchij, estrecha colaboradora de Navalny, en un video en YouTube.
Los aliados del opositor aseguran que fue Putin quien decidió torpedear en el último momento el intercambio, en el que también estaban incluidos ciudadanos estadounidenses.
«El 16 de febrero de 2024 Vladímir Putin mató a Alexei Navalny. Lo mató de manera vil y cobarde en una lejana cárcel siberiana, donde alejaron a Navalny del resto del mundo, lo apartaron de su familia y seres queridos, lo mataron de hambre y lo torturaron», dijo.
Dos años de negociaciones
El inicio de la guerra en Ucrania hace dos años convenció a los colaboradores del opositor de que debían sacarlo de la cárcel «a cualquier precio».
Pevchij explica que a principios de febrero Putin recibió la propuesta de canjear a su enemigo número uno y a otros dos ciudadanos estadounidenses por el checheno Vadim Krásikov, que asesinó en agosto de 2019 en Berlín al georgiano Zelimjan Jangoshvili, motivo por el que fue condenado a cadena perpetua por un tribunal alemán.
«Yo recibí la confirmación de que las negociaciones estaban en marcha y se encontraban en su fase final en la tarde del 15 de febrero», es decir, un día antes del «asesinato» del opositor, subrayó.
La opositora precisó que los correligionarios de Navalny dedicaron dos años a preparar el intercambio y acusó a los funcionarios estadounidenses y alemanes de mostrar escasa voluntad política.
En el video desvela que el hombre que informó a Putin del plan de canjear a Navalni fue el magnate Román Abramóvich, quien también medió en su momento entre Moscú y Kiev.
Muerto antes que libre
Sin embargo, algo se torció en el último momento. Algunos expertos consideran que el hecho de que Navalny lanzara una campaña contra la reelección de Putin en las presidenciales de marzo y que la oposición mostrara una unión sin precedentes para recopilar firmas y registrar la candidatura del liberal Boris Nadezhdin pudo precipitar los acontecimientos.
«¿Por qué a Navalny lo mataron ahora? A Putin le dejaron bien claro que la única forma de recibir a Krásikov es su canje por Navalny. ‘Ah, ¿sí?’, pensó Putin. No acepto a un Navalny en libertad. Y si están dispuestos a canjear a Krásikov, entonces hay que librarse del objeto de trueque», señaló.
Pevchij considera que la decisión de Putin de abortar el canje es «irracional» y «el comportamiento de un mafioso loco», guiado por el «odio» personal que le tenía al dirigente opositor.
«Y es que Putin sabe perfectamente que Alexei Navalny le podía haber ganado, que Navalny es el futuro y él es el pasado (…) Gracias a Navalny, Putin pasará a la historia como cobarde, corrupto y ladrón», aseveró.
El nombre de Krásikov fue mencionado en varias ocasiones por la prensa estadounidense en el posible canje de ciudadanos rusos por estadounidenses como Paul Whelan, que fue condenado en Rusia a 16 años por espionaje.
Además, durante la reciente entrevista con el periodista estadounidense, Tucker Carlson, Putin aludió a un «patriota» ruso, en clara referencia a Krásikov, como posible objeto de intercambio por el periodista de ‘The Wall Street Journal’, Evan Gershkovich.
Entierro con despedida pública
Mientras, tras la entrega del cuerpo a la familia este sábado, la portavoz del opositor, Kira Yarmish, anunció que el sepelio tendrá lugar esta semana en Moscú.
«Estamos buscando un espacio para la despedida pública de Alexei a finales de esta semana laboral. Si tienes un local conveniente, por favor, ponte en contacto con nosotros», escribió en X.
Según el canal progubernamental de Telegram, Shot, Navalny será enterrado el 29 de febrero, coincidiendo con el discurso sobre el estado de la nación de Vladimir Putin, en el cementerio de Borísovo, en el sureste de Moscú.
Se espera que miles de personas acudan a la despedida de Navalny, algo que el Kremlin teme que se convierta en una muestra de repulsa y descontento popular contra Putin.
«El Kremlin no tiene nada que ver con esto. Naturalmente, el Kremlin no puede ejercer presión. Esta es una declaración absurda más de sus partidarios», dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.
El certificado médico oficial asegura que Navalny murió por «causas naturales» en la prisión «Lobo Polar», versión que rechazan los seguidores del opositor, que acusan a Putin de matar a su líder, igual que la viuda, Yulia Navalnaya.
El Universal Online