Por vez primera desde que abriera sus puertas a la visita pública, convirtiéndose en destino favorito del turismo nacional y extranjero, Chichén Itzá, ciudad que ejerció la hegemonía de las Tierras Bajas mayas del norte de Yucatán, y cuya monumentalidad se ha restaurado a gran escala en el último siglo, contará con un nuevo recinto museístico a la altura de su historia, llena de poder y gloria.
El director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, dio un adelanto de lo que podrá admirarse en el Gran Museo Maya de Chichén Itzá, durante su participación en la conferencia matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la cual tuvo lugar en Palenque. Desde esta ciudad chiapaneca, una comitiva abordó el Tren Maya para arribar a la zona arqueológica de Yucatán, e inaugurar este importante espacio de exhibición.
El antropólogo comentó que se trata de la concreción de un sueño largamente acariciado, hecho posible gracias a décadas de investigación, a las gestiones de la Secretaría de Cultura federal y del propio instituto, así como el apoyo decidido del Gobierno de México, a través del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), el cual se aplica en aquellos sitios próximos a la ruta del tren.
Destacó que Chichén Itzá, antigua urbe que tuvo su auge en el periodo Posclásico Temprano (900-1200 d.C.), y es parte del Patrimonio Mundial desde 1988, recibió en 2023 a cerca de dos millones y medio de personas, lo que la ubicó como el sitio arqueológico más visitado del país, “puesto que, posiblemente, detentará este título este año, ya que se prevé reciba una afluencia aproximada de tres millones de visitantes”, consideró.
Luego de presentar un par de videos producidos por INAH TV, en los que se expone la magnificencia del milenario asentamiento, así como un recorrido breve por los 14 ejes temáticos del Gran Museo Maya de Chichén Itzá, el titular del INAH resaltó los recursos museográficos: salas interactivas y novedosas recreaciones de espacios vedados a la visita, como el Cenote Sagrado y la Subestructura de El Castillo –en la que se ve un friso con representaciones de jaguares, una escultura de Chac Mool y un trono de jaguar pintado de rojo y con incrustaciones de jade y concha–, que permitirán al público una apreciación clara y profunda del poderío de este centro rector.
«El museo cuenta con más de 400 piezas originales, dispositivos audiovisuales en 2,800 metros cuadrados de espacios de exhibición, y 1,300 metros cuadrados de áreas de servicio a visitantes. Las obras prehispánicas provienen del Museo Regional de Antropología de Yucatán, Palacio Cantón, y del Gran Museo del Mundo Maya, ambos ubicados en Mérida, y muchas más recuperadas en excavaciones pasadas y recientes en Chichén Itzá».
Parte de la colección deriva de las labores de salvamento arqueológico en la obras del Tren Maya, así como del proyecto de investigación vinculado al Promeza, de este último se exhibirán una mesa de piedra con relieves de cautivos custodiados por guerreros, ubicada en el Palacio de los Falos del Grupo Serie Inicial, y una ofrenda de cinco vasijas que se registró en la habilitación del Sacbé 4.
También, el Gran Museo Maya de Chichén Itzá presentará obras impactantes de la arquitectura de la metrópoli, como las monumentales cabezas de serpiente, relieves con iconografía alusiva a los mitos de origen de la civilización maya y diversas esculturas de Chac Mool, entre las que sobresale el recuperado en el Palacio de las Columna, el único que tiene una cabeza desmontable y móvil, además de que conserva restos de policromía.
«A partir de mañana, 29 de febrero de 2024, la gente podrá visitar el Gran Museo Maya de Chichén Itzá. Enhorabuena», finalizó el titular del INAH.