El Ejército ha sido una institución intocable, imagen casi santificada, pero hoy está en el ojo del huracán, cuestionado en su autoridad y su integridad, comentó Marcos Aguilar Vega, vocero nacional de Acción Nacional.
«Está claro que el presidente y el Ejército no tienen idea de la bomba que puede significar la información que contienen los correos de Guacamaya y por eso los han desestimado», dijo.
«¿Qué más debería ser un escándalo de este hackeo masivo? De entre las muchas cosas que van saliendo en los 6 terabites de información hackeados de correos electrónicos de la Sedena, está la compra por 60 mdp del malware Pegasus: el mismo software ultra sofisticado que utilizó Enrique Peña Nieto, entre 2016 y 2017, para vigilar al círculo cercano de López Obrador, y del cual por cierto tanto se quejó nuestro hoy presidente; pero también está información que deja evidencia que se vigila a más de 15 mil teléfonos entre ellos los cuales están los de periodistas, personas defensoras de derechos humanos, e incluso a familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa», señaló el vocero panista.
«Es decir, todo indica que el Ejército espía y espía bien, principalmente a periodistas, activistas, políticos de oposición y por qué no pensarlo, a cualquier persona que le incomode al régimen obradorista, ¿quién está a salvo?», refirió.
«¿Para qué quiere la 4T al Ejército más humanista de la historia de México con un software de espionaje digno de cualquier historia de guerra y con tintes de dictadura? Esa es la pregunta», concluyó el vocero de Acción Nacional.