Andrés Manuel López Obrador llegará con un “gobierno unificado” en donde podrá realizar reformas a las leyes secundarias, y no así a la Constitución, señaló Alejandro Guillén Reyes, profesor investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la UPAEP.
Dijo que para realizar reformas a la Constitución del país, AMLO tendrá que establecer acuerdos con las otras fuerzas políticas para poderlo hacer, aun cuando tenga 308 diputados en la Cámara de Diputados y 69 senadores emanados de la coalición “Juntos Haremos Historia” y haya ganado 19 congresos locales, lo cual no es suficiente para contar con un presidencialismo Hegemónico.
Y ante la pregunta de cómo será la relación entre el Poder Ejecutivo y Poder Legislativo en la administración de Andrés Manuel López Obrador, cuando en algunos sectores de la sociedad hay preocupación porque no se pueden dar los llamados “contrapesos” a las decisiones del futuro Presidente de la República y que esto a su vez, termine por llevar al país a estadios que para muchos mexicanos se puedan considerar preocupantes, indicó el académico.
Dijo que es importante recordar que de acuerdo con los números que finalmente se han dado a conocer una vez definido el tema de las diputaciones plurinominales y en el mismo caso de las senadurías; “la coalición encabezada por Morena y que comparte con los partidos políticos del Partido del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES) lograron un total de 308 diputaciones, mientras que en la cámara de senadores alcanzaron 69 escaños, a su vez Morena logró la mayoría en 19 congresos locales, elementos que debemos tomar en cuenta para las reformas constitucionales”.
Por lo tanto, cuestionó si la futura relación entre el poder ejecutivo y poder legislativo será como algunos señalan “como en la época de los buenos viejos tiempos del PRI, en donde se llevaban los carros completos, en donde ganaban absolutamente todo”, la realidad es que no, los números nos les alcanzan.
Enfatizó que para tener un presidencialismo hegemónico como el que tuvo durante muchos años el PRI, era necesario contar con dos terceras partes de la Cámara de Diputados, dos terceras partes de la Cámara de Senadores y al menos 17 congresos locales, y “el presidencialismo hegemónico hace con su propia fuerza política dentro de los congresos el modificar la Constitución del país, que es uno de los trabajos más importantes que lleva a cabo cualquier legislatura, y en el caso de Morena, no le alcanza para tener este modelo de presidencialismo hegemónico, porque para poder cambiar la Constitución necesita 330 diputados y la coalición de Morena sólo alcanza 308, y con respecto a los senadores, la coalición de “Juntos Haremos Historia”, sólo logró 69 senadurías, y para poder aspirar a cambiar la Constitución, se requieren de 85 senadores, por lo tanto, en ambas cámaras, no le alcanza a esta Coalición de Morena el poder modificar la Constitución ellos solos”.
Refirió que ante ese escenario, Morena tendrá que hacer acuerdos con otras fuerzas políticas para llevar adelante reformas a la Constitución.
Y en ese sentido, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no tendrá ese presidencialismo llamado hegemónico, pero si tendrá un gobierno denominado “Gobierno Unificado” que le dará facultades para cambiar la legislación secundaria, es decir, las llamadas leyes secundarias, y en ese caso, su coalición sí lo tiene, del 50 por ciento más uno con sus 308 diputados y 69 senadores puede llevar adelante estas modificaciones en las leyes secundarias, sin la necesidad de llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas.
Abundó que esta nueva relación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo en la administración de AMLO, romperá con esa inercia que se vivía en los últimos años, “desde 1997 la relación entre el Poder Ejecutivo y Poder Legislativo había generado lo que se llama gobierno dividido, en donde las fuerzas políticas, los partidos políticos que apoyan al presidente de México, no alcanzan el 50 por ciento más uno, tanto en la Cámara de Diputados como en la Cámara de Senadores, este sistema se vivió en la segunda mitad del gobierno de Ernesto Zedillo, en los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, y con la llegada de AMLO, se rompe esta inercia y entramos al llamado Gobierno Unificado, en donde el Presidente podrá hacer reformas con sus partidos en coalición a las leyes secundarias y no así a la Constitución, en donde tendrá que hacer acuerdos con las otras fuerzas políticas”.
Alejandro Guillén reiteró que el resultado electoral y la cantidad de diputados y senadores que obtuvo Morena, PT y el PES, fue una decisión de voluntad popular, “así decidieron votar los ciudadanos y en ese sentido, el mensaje simbólico de los ciudadanos a AMLO, es que lo están eligiendo presidente de México y te estamos dando los instrumentos que no obtuvieron los tres presidentes anteriores en su respectiva administración, para dirigir el país”.
Y en ese sentido, habló de preguntarse qué tanta lealtad guardarán los diputados y senadores de los partidos que conforman la coalición de Juntos Haremos Historia hacia Andrés Manuel López Obrador en sus primeros tres años de gobierno, porque aun cuando tiene una mayoría en las dos cámaras, el cuestionamiento es, qué tanta lealtad le tendrán al mandatario.
Apuntó que si se revisan los principios doctrinales de Morena en los últimos años, podemos hablar de un partido flexible, que le permite moverse hacia la izquierda o derecha sin alejarse del centro, porque este partido tiene gente de todos los partidos políticos de antaño.
Por último, dijo que el gran reto de Manuel André López Obrador es cómo mantener el equilibrio ante los personajes disímbolos que tiene Morena para poder sacar adelante las grandes reformas que le permitan cumplir con sus promesas de campaña.