Los Ángeles, 8 Mar (Quién).- Este domingo la actriz Angelina Jolie llegó a la ciudad de Adén, donde se encuentra la sede del gobierno del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi reconocido internacionalmente, para reunirse con familias desplazadas por el conflicto que asola el país como enviada especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). El objetivo de su viaje es atraer atención hacia la «peor crisis humanitaria del planeta» de cara a una próxima recaudación de fondos después de que la ONU advirtiera recientemente que las operaciones humanitarias en Yemen se reducirían «de forma drástica» si no se recibía pronto apoyo económico de la comunidad mundial de donantes.

«Haré todo lo posible por comunicarme desde el terreno a medida que transcurran los días», prometió la intérprete ganadora de un Oscar a través de su cuenta de Instagram. En esta misma publicación, Angelina recordó que la economía yemení ha quedado devastada por la guerra civil, que ha dejado un civil muerto o herido cada hora a lo largo de este 2022 y a más de 20 millones de personas que dependen por completo de la asistencia extranjera para sobrevivir en su día a día. La estrella de cine comparó la actual situación del país con la invasión rusa en Ucrania, que ha obligado a abandonar sus hogares a un millón de personas en la última semana, para asegurar que la comunidad internacional no puede mostrarse selectiva en cuanto a quién merece su apoyo o qué derechos defiende. «En estos momentos, mientras seguimos observando los horrores que se desarrollan en Ucrania y pedimos el fin inmediato del conflicto y el acceso de la ayuda humanitaria, estoy aquí en Yemen para apoyar a la gente que también necesita desesperadamente la paz», ha explicado. «Las vidas de las víctimas civiles de los conflictos en todas partes tienen el mismo valor. Tras siete años de guerra, el pueblo de Yemen también necesita protección, apoyo y, sobre todo, paz».

El país se encuentra inmerso en una guerra desde 2015 que enfrenta a una coalición de países encabezada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, que trata de instalar de nuevo en el poder al gobierno de Hadi, con las fuerzas huzíes, un grupo armado que controla varios núcleos de población como la ciudad de Sana. La consecuencia directa de los combates y las campañas de bombardeos ha sido una terrible hambruna que afecta a millones de yemeníes y la muerte de decenas de miles de civiles.