Tan solo en los primeros tres días de la Fiesta de la Primavera o Año Nuevo Chino del presente año, se registraron aproximadamente 74 millones 860 mil viajes, efectuados por igual número de personas que buscaron llegar a casa, aseguró la académica de la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción (ENALLT) de la UNAM, Rebeca Ruíz Contreras.
Añadió que en 2019 viajaron 415 millones, cifra superior a otras movilizaciones como la Kumbhamela, la peregrinación india a lugares santos con 150 millones de personas. En las fiestas de fin de año y de acción de gracias en Estados Unidos, se realizaron 115.6 millones y 55.3 millones de viajes, respectivamente.
Con una historia de más de cuatro mil años, es la celebración tradicional más importante de China y varios países asiáticos. De acuerdo con el calendario lunar, en 2022 ocurrió el 1 de febrero; se trata de un festejo que dura 15 días.
El Departamento de Ruso, Lenguas asiáticas y Griego moderno de la ENALLT, en colaboración con el Instituto Confucio, también de la UNAM, organizaron las Jornadas Culturales 2022: “Año del Tigre” mediante las cuales expusieron las costumbres, tradiciones, simbolismos, platillos y música de esa festividad.
En la tercera sesión de esta actividad académica en ocasión del 50 aniversario de las relaciones diplomáticas entre el país asiático y México, Ruíz Contreras destacó que en la Fiesta de la Primavera la gente necesita de la red ferroviaria para llegar a su destino. “Parecería que con la infraestructura que tiene China eso no sería un problema, pero lo es porque el número de personas que se mueve es enorme, sorprendente”.
Una cantidad importante, relató, compra el boleto con siete u ocho meses de anticipación. Aunque existen otros medios de transporte, como el automóvil, autobús o avión; el servicio más solicitado es el tren, toda vez que ofrece un servicio más efectivo.
A pesar de que los asientos están numerados, se registra saturación; lo importante es llegar y no importa de qué manera. Lo relevante es volver a probar la comida del hogar, esa sazón que no se puede encontrar en otro lado, la comida de la madre o de la abuela, sin importar lo que tenga el plato, y el ambiente familiar, relató.
A su vez, Yúrik García Martínez, también académico de la ENALLT, se refirió a la conmemoración milenaria yuán xiāo jié o Fiesta de los Faroles, en la que hay luminarias, fuegos artificiales y luna llena. Es alegre, visual, ha evolucionado durante dos mil años de historia; hoy se ha “modernizado” y tiene demasiada luz. “No es un día de asueto, pero sí festivo, donde muchas familias celebran”.
Se festeja el día 15 del primer mes del calendario denominado lunisolar o de la primera luna llena del año nuevo chino. El anuario toma en cuenta sus fases (nueva, llena), pero también los 24 términos solares relacionados con el movimiento de la Tierra y las estaciones del año, explicó.
Otra parte importante son los fuegos artificiales. En diversas ciudades una parte atractiva “de la festividad es admirar los faroles o linternas que antes eran de papel y seda, y hoy son de plástico y luces led”.
El Año Nuevo Chino que inició recientemente es el 4720, del tigre, y la Fiesta de los Faroles marca el fin del chūn yùn, es decir, de las festividades, concluyó Yúrik García Martínez.