El Consejo Episcopal Latinoamericano, junto con los obispos de México, realizaron un acto de consagración de América Latina y el Caribe a la Virgen de Guadalupe para pedir su protección y el fin de la epidemia de coronavirus.
En la Basílica de Guadalupe, la celebración por el Domingo de Resurrección comenzó con un toque de 12 campanadas, la cual fue replicada en todas las Diócesis del país, para dar comienzo al Santo Rosario Misionero ofrecido por la salud de las personas en todo el mundo.
Tras la Misa de Resurrección, se realizó la consagración, encabezada por el cardenal Carlos Aguiar Retes, para pedir que no haya más fallecidos, enfermos y contagios de COVID-19.
De blanco, el también Arzobispo Primado de la Ciudad de México, acompañado del Cabildo de Guadalupe, transmitió en el acto litúrgico un mensaje en video de Miguel Cabrejos Vidarte, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, que agrupa a los obispos de Latinoamérica, las Antillas y el Caribe.
«En nuestros pueblos existe una fe profunda a la Santísima Virgen María, y siempre en momentos críticos como epidemias, pestes y guerras han suplicado con confianza la protección maternal de la madre de Jesús», señaló en una recinto sin feligresía, pero con transmisión por internet y otros medios.