El gobierno argentino presentará el próximo lunes una serie de medidas para frenar la crisis económica en medio de rumores de cambio de gabinete y crecientes críticas al presidente Mauricio Macri.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, viajará el próximo lunes a Washington para negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el adelanto de parte del préstamo de 50 mil millones de dólares que el organismo le otorgó este año a Argentina.
El acuerdo inicial establecía que el FMI le enviaría al país sudamericano desembolsos en 2020 y 2021 por un total de 29 mil millones de dólares, pero ahora la intención es que los cubra en 2019.
Con esos recursos, el gobierno pretende garantizar su capacidad de pago de la deuda, ya que parte de la crisis se desató ante las dudas de bonistas sobre la posibilidad de que el próximo año el país no pueda cumplir con sus compromisos internacionales.
Dujovne viajará a Washington con la misión de lograr que el FMI garantice el adelantamiento de los fondos, con lo que esperan atemperar la sicosis provocada por la fuerte devaluación registrada esta semana.
En los últimos dos días el dólar aumentó 20 por ciento, lo que aceleró el proceso devaluatorio que comenzó en abril pasado y que impactó de lleno en las previsiones económicas y sociales, y en el escenario político.
Desde que el dólar aceleró su escalada el pasado miércoles aumentaron los rumores de cambios de funcionarios que, a pesar de que fueron desmentidos por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, siguen colmando las columnas políticas de los medios nacionales.
En medio de la incertidumbre, Dujovne confirmó que el lunes habrá anuncios para atemperar la crisis, y aunque no dio mayores detalles, se esperan cambios en materia fiscal para reducir el déficit, que es una de las principales exigencias del FMI.
Por otra parte, el gobierno es objeto de críticas por su manejo de la crisis, ya que en los últimos días el presidente y los ministros ofrecieron mensajes y conferencias de prensa de urgencia, lo que en lugar de tranquilizar, elevó el clima de desconfianza.
Desde que comenzó la crisis cambiaria, que se transformó en económica, la popularidad de Macri se desplomó a 30 por ciento, que es el nivel más bajo desde que comenzó a gobernar en diciembre de 2015.