Tras considerar las elecciones de mayo ilegítimas, los integrantes del Grupo de Lima exhortaron al líder chavista a transferirle el poder a la Asamblea Nacional el jueves, cuando comienza su segundo gobierno
LIMA.– En una declaración que aísla aún más al régimen chavista, la mayoría de los países latinoamericanos, reunidos en el Grupo de Lima, anunciaron ayer en la capital peruana que no reconocerán al gobierno de Venezuela si el presidente Nicolás Maduro asume el próximo jueves un nuevo período -2019-2025-, por considerar que ese mandato es producto de elecciones ilegítimas.
El grupo exhortó además a que Maduro «respete las atribuciones de la Asamblea Nacional (Parlamento) y le transfiera, en forma provisional, el Poder Ejecutivo hasta que se realicen nuevas elecciones presidenciales democráticas».
«Esta declaración tiene un mensaje político contundente: el principal mensaje es sin duda el no reconocimiento de la legitimidad del nuevo período del régimen venezolano», dijo el canciller peruano, Néstor Popolizio, al leer los aspectos más resaltantes de la declaración del grupo, que se reunió con la participación inédita vía teleconferencia desde Washington de Mike Pompeo, secretario de Estado norteamericano, cuyo país no integra el grupo.
En su declaración final, ratificaron también su «pleno respaldo y reconocimiento» a la Asamblea Nacional venezolana.
Simultáneamente, la Organización de los Estados Americanos (OEA) decidió convocar ayer a una sesión extraordinaria sobre Venezuela el próximo jueves, coincidiendo con el inicio del segundo mandato de Maduro.
Caracas inició en abril de 2017 el procedimiento para retirarse de la OEA , que debería concretarse en abril de 2019, después de haber sido amenazada en varias ocasiones con la expulsión aunque sin que se haya conseguido nunca la mayoría necesaria de dos tercios para concretar esa medida.
«Urgimos a Comunidad Internacional desconocer a @NicolasMaduro, abstenerse de proveer ayuda financiera y militar», escribió en Twitter el secretario general del organismo continental Luis Almagro.
De la veintena de países del continente americano, 14 forman el Grupo de Lima, creado en 2017 para dar una respuesta regional a la crisis de Venezuela que ese año dejó . Hoy está integrado por la Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía. Entre otros países, no participan Bolivia, Ecuador, Cuba y Nicaragua.
Poco después de las polémicas elecciones de mayo, la Unión Europea también desconoció el resultado de los comicios.
Ayer, en su declaración de 13 puntos, entre otras sanciones el grupo decidió establecer un cerco diplomático en torno de Venezuela, restringió el ingreso en los países del bloque de «altos funcionarios» venezolanos, prohibió todo vínculo comercial y bancario con Caracas y congeló fondos y bienes de personas cercanas a Maduro.
También se anunció la suspensión de la «cooperación militar con el régimen de Maduro», incluida la «transferencia de armas», además de «evaluar los permisos de sobrevuelo de aviones militares venezolanos en casos de asistencia humanitaria».
El grupo instó «al régimen venezolano a permitir el inmediato ingreso de asistencia humanitaria para el pueblo de Venezuela, a fin de prevenir el agravamiento de la crisis humanitaria y de salud pública y de sus efectos transnacionales».
Los países firmantes prometieron ser desde ahora una piedra en el zapato para Caracas cuando pida préstamos ante «organismos financieros internacionales y regionales de los que son parte». El grupo dijo que intensificará sus contactos con otras naciones para mantenerlas al tanto de la «gravedad de la situación en Venezuela», de la «necesidad de trabajar unidos para el restablecimiento de la democracia» y el pedido para que otros Estados establezcan «medidas» restrictivas similares contra Caracas, entre otras. También acordaron apoyar esfuerzos para iniciar procedimientos contra el gobierno chavista en la Corte Penal Internacional.
En este contexto, el gobierno del izquierdista presidente de México, Andrés Manuel López Obrador , decidió no firmar la declaración. La cancillería mexicana envió al subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga.
En el pasado, el presidente venezolano rechazó las recomendaciones del bloque y su canciller, Jorge Arreaza, acusó ayer al grupo de estar integrado por «gobiernos cartelizados contra Venezuela», que se reúnen para «recibir órdenes» del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump . «¡Vaya muestra de humillante subordinación!», escribió en Twitter.
Lo que hemos afirmando desde la creación de este grupo de gobiernos cartelizados contra Venezuela, al que en teoría no pertenece el gobierno de EEUU: se reúnen para recibir ordenes de @realDonaldTrump por intermedio de @SecPompeo. ¡Vaya muestra de humillante subordinación! https://t.co/Mcw9MLjWkv
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) 4 de enero de 2019
La novedad de la participación de Pompeo se produjo luego de que a inicios de la semana el secretario de Estado viajara a América del Sur para la jura del nuevo presidente brasileño, Jair Bolsonaro , y para mantener un encuentro con el presidente colombiano, Iván Duque , con los que abordó la situación en Venezuela .
Venezuela está sumida en la peor crisis económica de su historia tras dos décadas de gobiernos socialistas, caracterizada por una hiperinflación, la escasez de productos básicos y una profunda recesión.
Se estima que más de tres millones de venezolanos dejaron el país por la crisis. La agencia de refugiados de Naciones Unidas, Acnur, la califica como la emigración más grande que ha existido en la historia del hemisferio occidental.
Agencias AP y AFP