La Policía alemana detuvo hoy a Rupert Stadler, presidente del fabricante automovilístico Audi, según informó la compañía matriz Volkswagen, que precisa que la detención es temporal.
Y añadió que se mantiene la presunción de inocencia para Stadler.
La Fiscalía de Múnich, encargada del caso, ordenó la prisión preventiva porque considera que existe peligro de que Stadler entorpezca la acción judicial.
Hace una semana, los agentes policiales registraron la vivienda del CEO y de otro miembro del comité ejecutivo de la compañía alemana, logrando la incautación de pruebas.
Ambos están acusados de engaño y falsedad de declaración indirecta en la venta en el mercado europeo de vehículos diesel equipados con un software para manipular las emisiones de gases contaminantes y nocivos.
La Fiscalía sospecha que Audi, cuya sede se encuentra en la ciudad de Ingolstadt, al sur de Alemania, vendió en EU y Europa, a partir de 2009, unos 220 mil vehículos equipados con el software.
La Justicia alemana considera probado que desde mediados de 2007 y hasta 2015, se produjeron incumplimientos de verificación que permitieron que Volkswagen equipara 10.7 millones de vehículos con el motor diesel EA 288 de la tercera generación en EU y Canadá. y con el motor EA 189 con una función de software ilegal, para que se vendieran y entraran en circulación.
A media tarde, las acciones de la compañía bajaban en la Bolsa de Fráncfort un 2 por ciento, hasta 157 mil 82 euros.