El escritor mexicano Guillermo Arriaga ganó el Premio Alfaguara de Novela 2020 por “Salvar el fuego”.

El jurado, presidido por el escritor Juan Villoro, le otorgó por unanimidad el galardón dotado con 175 mil dólares, entre siete novelas finalistas.

En su fallo, el jurado valoró a “Salvar el fuego” como una novela polifónica que “narra con intensidad y con excepcional dinamismo una historia de violencia en el México contemporáneo donde el amor y la redención aún son posibles”.

La noticia del premio sorprendió a Arriaga en la localidad de Zaragoza, en Coahuila, cerca de la frontera con Estados Unidos.

“Ahora podrás participar en la rifa del avión presidencial”, bromeó Villoro con Arriaga, al aludir al cuantioso monto del galardón.

En la novela, Arriaga retrata dos Méxicos, uno privilegiado y otro atravesado por la violencia, en la que Marina, una mujer casada, con la vida resuelta y madre de tres hijos se involucra con un “hombre impensable”.

El novelista, quien reconoció una deuda con Faulkner, Woolf y Rulfo, quiso retratar a esos dos Méxicos “tan confrontados” a través del lenguaje, el modo de hablar de la burguesía como las voces del crimen organizado.

Una novela que tiene que ver con su experiencia en el norte de México, en la frontera, pero también con la calle, el barrio, al haber crecido en la Unidad Modelo en Iztapalapa.

“Por la cercanía de la frontera he podido atestiguar el crecimiento del narcotráfico y los problemas que trae, es un asunto que conozco bastante bien, me he metido a rancherías, eso me ha permitido conocer ese otro México, he visto la desesperación de campesinos y ejidatarios que se han quedado sin trabajo”, expresó Arriaga.

Una novela que le tomó cuatro años y medio escribir, donde el amor juega un rol capital.

“El amor es una fuerza para salvar el tejido social, sobre todo en sociedades tan desgastadas como la nuestra. Toda mi obra ha sido reflexión sobre el amor”, aseguró Arriaga, desde el desierto de Coahuila.

Una novela que presenta a un país de instituciones fallidas y donde los individuos quedan sometidos al capricho de las autoridades.

Al galardón se postularon 602 manuscritos y Arriaga remitió el suyo bajo el seudónimo de Isabella Montini.