Cuando fue presidente de México, de 1970 a 1976, le gustaba exclamar: “¡Arriba y adelante!”. Su gobierno recibió a exiliados que huían de dictaduras, defendió los derechos humanos en otros países y saludó a los gobiernos socialistas. Pero aquí, dentro, la mano dura no se aligeró, así era Luis Echeverría. Por cierto, el ex presidente se presentaba como la encarnación de una etapa transformacional.