Rolando Ortiz llegó a Chicago hace 14 años, trabaja en una fábrica desde hace seis y no contaba con ningún antecedente penal. Hoy se le acusa por asesinar a su hijo de 2 años.

El pasado miércoles, Ortiz, de 37 años, volvía a casa después de un turno nocturno en la fábrica donde realizaba trabajos de mantenimiento y se disponía a dormir, sin embargo, el pequeño Mateo García Aguayo corría por la casa y saltaba por la cama de su padre.

Al poco tiempo, Ortiz inmovilizó al niño en el suelo y se hizo con un cuchillo de cocina que estaba sobre una mesa cercana y cortó la garganta del menor varias veces.

El Fiscal estatal Jamie Santini aseguró que la medula espinal de Mateo también alcanzó a ser cortada.

El padre tiró el cuerpo en una bolsa de basura y se apresuró a limpiar la sangre del suelo con ropa.

Al momento del asesinato, la esposa de Ortiz y madre del menor se encontraba cubriendo su turno en la misma fábrica en la que el hombre laboraba por las noches, mientras que los otros dos hijos de la pareja acudían a la escuela.

Ortiz llamó a su cuñada, quien vivía en el piso de abajo, y le confesó el asesinato del niño.

Después de la confesión el hombre intentó suicidarse cortándose las venas.

«Fue un intento bastante débil», dijo el agente de la Policía Central de Chicago, Brendan Deenihan.

Cuando los miembros de la familia llegaron a la vivienda y llamaron a las autoridades, el hombre aprovechó la conmoción por hallar el cuerpo del niño para huir en su vehículo.

Sin embargo, Ortiz fue capturado por la Policía cuatro horas después a casi 100 kilómetros gracias a la localización de su teléfono celular. Supuestamente huía a México.

Durante la audiencia para buscar su libertad bajo fianza, el hombre mostró la tarde de este martes a detectives y fiscales del Condado de Cook cómo asesinó a su hijo utilizando un muñeco.

La jueza Mary Marubio negó la fianza y calificó la muerte del niño como una crueldad sin sentido y un comportamiento atroz por parte del padre.

Mateo cumpliría tres años a mediados de marzo.