Las relaciones entre el gobierno de Nicaragua y la Iglesia Católica están más críticas que nunca. Entre abril de 2018 y mayo de 2022 se han registrado al menos 190 agresiones en contra de esa Institución que, por cierto, es la de más confianza y credibilidad para los nicaragüenses.
Persecución, allanamiento y cárcel son algunas de las acciones de represión que sufren la Iglesia en aquel país. “En Acción Nacional nos preocupan los ataques a la Iglesia y a la sociedad civil en Nicaragua, invitamos a la comunidad internacional a levantar la voz para lograr la liberación de todas las personas detenidas por el régimen de manera arbitraria”, señaló Mariana Gómez del Campo, Secretaria de Asuntos Internacionales del PAN.
Hace unos días, la policía de ese país impuso arresto domiciliario a monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y envió a prisión a sus colaboradores. Se les acusa de incitar al odio y organizar grupos violentos, así como de intentar desestabilizar al país.
“Este ataque constante hacia la población nicaragüense en general y en particular a la Iglesia Católica, es una muestra más de que los regímenes totalitarios están cerrados al diálogo y callan por la fuerza a voces disidentes”, advirtió la Diputada Federal, Mariana Gómez del Campo.
En Acción Nacional expresamos nuestra preocupación por el momento que atraviesa la Iglesia Católica, así como todos los ciudadanos en Nicaragua y hacemos un llamado a la comunidad internacional para que de manera conjunta exijamos el respeto de los Derechos Humanos y la libertad de la población en aquel país.