El economista e investigador en la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey, Gustavo Merino, advirtió que de no tomarse medidas urgentes que protejan la planta productiva, a las Micro pequeñas y medianas empresas (Mipymes) y a los más pobres, esta crisis será “mucho peor que la de 1994 y la de 2008”.
Al analizar las crisis económicas de las últimas décadas, estimó que hasta 70 por ciento de la población en México podría llegar a la pobreza y pobreza extrema, como resultado de la crisis sanitaria por el Covid-19, pues su impacto será brutal.
Expuso que en la crisis económica conocida por el “error de diciembre” de 1994-1995, la proporción de la población en pobreza por ingreso, según el Coneval -que esa era la medición- pasó de 52.4 a 69 por ciento en 1996, esto es 16.6 puntos porcentuales, “fue un cambio brutal que llegó a casi 70 por ciento de la población en México”.
Pero de esos pobres, prosiguió el ex subsecretario de la desaparecida Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) -ahora Bienestar-, en la época de la influenza “la población en pobreza extrema, es decir que no les alcanzaba para la canasta alimentaria, pasó de 21 a 37 por ciento de la población, esto es 16 puntos y no fue hasta el 2002, seis años después, que se alcanzaron niveles similares a los de antes de la crisis.
Entonces, dijo en entrevista con Notimex, en la crisis económica de 1994 y 1995 no se tomaron acciones oportunas, al igual que ahora, y los que más impactados se vieron fueron los sectores vulnerables.
Para Merino, en la crisis de 1994-95 se dio un mal manejo de la economía, las causas fueron internas y no se tomaron las medidas pertinentes para proteger a la población y el aumento de pobres fue enorme.
En 2008-2009, la caída del PIB fue similar, pero aquí los factores fueron externos, se desató la epidemia del H1N1 y al mismo tiempo se dispararon los precios de los alimentos en el extranjero.
La diferencia fue que en la crisis de 2008 la pobreza se ubicaba en 44 por ciento -ya con la medición multidimensional del Coneval- y en 2010 subió a 46 por ciento, es decir, aumentó por la epidemia y el alza de precios solo dos puntos porcentuales, no los casi 17 puntos que se dio en 94.
En la crisis de 2008, también con una epidemia que se inició en México, el Coneval arrojó que la pobreza extrema pasó de 11 por ciento, en 2008, a 11.3 por ciento en 2010, y para 2012 fue menor de 10 por ciento.
Para el economista y doctor en Políticas Públicas por la Universidad de Harvard, la moraleja “es que sí se pueden tomar acciones de protección a los sectores vulnerables”; y hasta ahora, en esta administración con esta crisis, las medidas no han sido suficientes para proteger a la planta productiva, a la economía en general y a los más pobres.
Dijo que con los programas actuales, “anticipar el pago de adultos mayores por cuatro meses es muy bueno, pero no son el grupo más afectado, como tampoco lo son las becas a los estudiantes, ellos no son los más perjudicados”
Y se preguntó dónde está la atención a los que van a perder su empleo, a esas seis millones de Mipymes, de las cuales 90 por ciento tiene menos de 10 empleados y que van a tener que despedirlos porque no tienen liquidez y porque se desplomó el consumo y la oferta, y que cuando se reactive la economía en 2021 ya no estarán.
En su opinión, “para una administración que ha dicho primero los pobres” no se ven acciones suficientes para proteger a los más vulnerables y la experiencia dice que de no protegerse a los sectores productivos junto con los pobres, el impacto a la economía y a la pobreza será brutal”.
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