Los Ángeles, 18 Jul (El Informador).- La venta de discos de vinilo en Estados Unidos (EU) trepó más de un 20% en el primer semestre de 2023, según un nuevo informe de la empresa de datos de entretenimiento Luminate difundido esta semana.
El incremento en las ventas fue del 21,7% en los primeros seis meses del año, comparado con el mismo periodo de 2022, señaló el reporte, cuya previsión apuntaba a una subida de apenas el 1% ante la idea de que el mercado había tocado techo.
Pero no ha sido así: la tendencia al alza se consolida después de que 2022 marcara 17 años consecutivos de subida de ventas de vinilo.
El año pasado los vinilos sobrepasaron en ventas a los CDs por primera vez desde 1987, según documentó un informe de la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos.
El estudio de Luminate también muestra esta tendencia, ya que en el primer semestre de 2023 se vendieron 23,6 millones de vinilos frente a 17,5 millones de CDs.
Mientras busca discos en una tienda de Washington, Jonathan Stein, de 37 años, declara estar «bastante metido» en esta afición que ya es masiva en el país norteamericano.
Impulsado por la nueva fiebre del vinilo, como muchos estadounidenses Stein ahora frecuenta tiendas de discos de su zona.
«Me he dejado arrastrar por ello, ahora voy frecuentemente a tiendas de discos y se ha convertido en una especie de ‘hobby’ durante los últimos años», también para algunos amigos, admitió.
Stein señaló que últimamente ve más caras jóvenes en las tiendas especializadas de música y observa que, irónicamente, «la gente mayor mira los CDs y la gente más joven mira los vinilos».
La apreciación confirma las cifras: según Luminate, el perfil mayoritario del comprador de vinilo es el de alguien de la generación Z, la que forman los nacidos entre finales de los 90 y principios de los 2000.
Sin embargo, cuando se habla de consumidores de música en físico en general prevalece la generación X, nacidos entre los años 70 y 80.
Stein frecuenta una pequeña tienda de música escondida en el centro de Washington, en la calle 14, llena de restaurantes y locales nocturnos.
Su dueño, Neal Becton, montó Som Records hace 15 años, dejando atrás una década como periodista en el Washington Post.
Becton comenzó a notar cómo más clientes acudían a su recoveco musical poco antes de la pandemia. A partir de entonces, el «boom» no ha parado de crecer.
«Cuando abrí el negocio, recibía sobre todo a DJs y coleccionistas, más o menos mis dos principales clientes. No tenía muchos jóvenes, a menos que estuvieran en la música club o algo así. Y ahora vienen niños de secundaria, jóvenes de 18 años, familias que compran juntas», dijo el experiodista.
Este apasionado del vinilo describe que los gustos de los jóvenes que adquieren música en este formato son muy amplios, desde Taylor Swift a los Beatles, pasando por los clásicos y llegando a artistas que rompen las listas actuales.
Lo que sorprende es que cerca de la mitad de personas que compran vinilos ni siquiera tienen un tocadiscos. Según el informe de Luminate solo el 50% de los consumidores de vinilos del último año asegura tener el aparato para poder escucharlos.
Detrás del mostrador y ordenando cajas de éxitos, Becton anhela que este apogeo siga girando, para poder seguir compartiendo ejemplares con nuevos melómanos de la industria del vinilo.