Los colegios electorales de las regiones del norte y noroeste de Brasil fueron los últimos en cerrar la tarde de este domingo en los comicios donde se perfila el ultraderechista Jair Bolsonaro como el ganador.
La mayor parte de las mesas del país había cerraron a las 17:00 horas (tiempo de Brasilia), pero las urnas permanecieron abiertas en las zonas que abarcan gran parte de la Amazonía y tienen uno o dos husos horarios diferentes al del resto del país.
Con el cierre de los colegios electorales en Acre, en el oeste de Brasil y fronterizo con Bolivia, el Tribunal Superior Electoral comenzó a divulgar los escrutinios.
Las preferencias con un 53 por ciento del escrutinio registraban una ventaja de Bolsonaro con 49 por ciento de las preferencias frente a un 26 por ciento a favor de Fernando Haddad, sustituto del ex Presidente Lula da Silva con el Partido de los Trabajadores.
Además de un nuevo Presidente, los 147.3 millones de brasileños convocados a las urnas en 5 mil 570 municipios y en 171 localidades en el exterior eligieron a los gobernadores de los 27 estados del país, dos tercios del Senado y los 513 diputados federales, así como renovarán los legislativos regionales.
Las cerca de 450 mil centros de votación instalados en el país abrieron a las 8:00 horas de Brasilia y funcionaron durante nueve horas.
La jornada electoral, que duró 11 horas, transcurrió con normalidad y sólo tuvo algunos incidentes aislados.
Según el Ministerio de Seguridad Pública, hasta las 15:00 horas (tiempo local) se habían registrado mil 183 crímenes electorales, por los que había sido detenidas 260 personas, entre ellas seis candidatos que se promovían dentro de los lugares de votación.
Además del proselitismo al lado de la urna, el principal crimen reprimido fue la propaganda electoral irregular.
El Tribunal Superior Electoral, por su parte, informó que tuvo que sustituir mil 695 urnas electrónicas que registraron fallas, que corresponden tan sólo al 0.33 por ciento de los 454 mil 494 artefactos instalados en todo el país.
La ex Presidenta de Costa Rica Laura Chinchilla, jefa de la primera misión de observación electoral de la OEA en Brasil, afirmó que los comicios transcurrieron con bastante normalidad y sin incidentes.
«Hemos observado un proceso con bastante normalidad, que hasta contrasta con la preocupación que existía en la campaña», indicó la funcionaria de la Organización de Estados Americanos (OEA), quien aclaró que, entre los 40 observadores desplegados en 13 de los 27 estados del país, no hay relatos de problemas que puedan llamar la atención.
Las elecciones se celebraron con la seguridad reforzada por el Ejército en 513 de los 5 mil 570 municipios del país, en su mayoría en la región amazónica y en el empobrecido nordeste, pero también en Río de Janeiro, en donde una creciente ola de violencia obligó al Gobierno a determinar una intervención militar en febrero pasado.
Las elecciones de este año, las más imprevisibles desde que Brasil recuperó la democracia en 1985, se han caracterizado por un clima de radicalización y polarización entre el socialista Fernando Haddad y el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien fue acuchillado durante un mitin el 6 de septiembre pasado.
Ante el aumento de las preferencias por Bolsonaro, podría no ser necesaria la segunda vuelta dado que podría rebasar el 50 por ciento de los votos frente a Haddad.