Un acuario en Berlín, capital de Alemania, que albergaba alrededor de 1500 peces exóticos de más de 80 especies estalló el viernes por la mañana. El episodio exigió que alrededor de 100 socorristas acudieran al hotel Radisson Blue, ubicado en el centro de la ciudad, precisaron los servicios de emergencia.
De acuerdo a la información difundida por medios locales, el estallido se produjo cerca de las 5. La explosión fue de tal magnitud que sismógrafos instalados en la zona captaron el enorme estruendo. La fuga de agua posterior llegó hasta el tercer piso del complejo y destrozó todas las puertas y ventanas a su paso.
“Sólo escuché un ruido muy fuerte y vi que el gran acuario se había roto. Entonces miré hacia afuera y vi que había un montón de muebles tirados en la calle y me di cuenta entonces que el acuario había reventado y las cosas habían salido arrastradas”, declaró un testigo según replicaron diversas agencias.
A la par, la agencia de información de tráfico VIZ reportó grandes cantidades de líquido derramado sobre la vía pública. “El acuario está dañado, hay fugas de agua. La situación actualmente no está del todo clara y se desconocen las razones del incidente”, tuiteó el departamento de bomberos de Berlín. “Además del increíble daño marítimo… dos personas resultaron heridas por astillas de vidrio”, sumó la policía local, que utilizó perros entrenados para revisar la zona y detectar si había más víctimas.
Se trataba del acuario cilíndrico independiente más grande del mundo con 16 metros de altura y más de 11 de diámetro (mide alrededor de seis pisos), según el sitio web del complejo DomAquaree, que alberga el hospedaje, un museo, tiendas y restaurantes.
Como consecuencia del incidente, las fuerzas de seguridad optaron por cerrar una carretera principal junto al complejo que conduce desde Alexanderplatz hacia la Puerta de Brandenburgo debido al gran volumen de agua que se había desbordado del edificio.
El camino, así como las aceras fuera del complejo, estaba lleno de escombros. Se enviaron vehículos al complejo para brindar refugio a los huéspedes del hotel que salían del edificio, dijo la policía en redes sociales, ya que las temperaturas exteriores en Berlín rondaban los -7 grados centígrados.
Si bien, como fue antedicho, se desconocen las causas que la tragedia, el medio alemán Bild sostiene que la rotura del acuario es consecuencia de la fatiga de materiales, a pesar de que el AquaDom se reabrió recién en verano de 2020 tras dos años y medio de trabajos de renovación con un costo de 2,6 millones de euros. Asimismo otras versiones apuntan a que las bajas temperaturas pudiesen haber contribuido a la fuga.
Una testigo de lo ocurrido, Gwendolin Szyszkowitz, contó a la televisora alemana que escuchó un ruido fuerte y en un primer momento temió que hubiese explotado una bomba.
El relato de los testigos
Christian y su esposa eran dos de los 350 huéspedes del hotel. Al respecto de lo sucedido, el hombre relató al diario Bild: “Escuchamos un fuerte crujido. Entonces nos despertamos. Mi esposa dijo que algo pasó volando por la ventana. (…) Me levanté poco después y vi que el acuario, que ayer todavía estaba en pie y había sido limpiado por dentro, se había derrumbado”.
Por su parte Iva Yudinski, otra de las personas que se encontraba en el lugar al momento del incidente, agregó: “En la madrugada, alrededor de las 6, escuché una gran explosión, un trueno. Ni siquiera entendí lo que pasó. Llamé a mi novia y fui a su habitación. Desde allí vimos el acuario y toda la destrucción. Todo estaba inundado de agua”.
Según el departamento de bomberos de Berlín, todos los huéspedes tuvieron que abandonar el hotel.
Agencias AP y Reuters