Amenaza cumplida.

Theresa May, primera ministra del Reino Unido, anunció hoy que nadie de la familia real o mandatario acudirán al Mundial 2018 porque Rusia no aclaró la razón por la cual el ex espía Sergei Skripal y su hija fueron envenenados con un agente nervioso de fabricación de este país.

«Ningún mandatario ni ningún representante de la familia real británica asistirá a la Copa del Mundo de Rusia de este próximo verano», aseguró May, agregando que se suspenden «todos los contactos bilaterales de alto nivel entre el Reino Unido y la Federación Rusa».

También se informó de la expulsión de 23 diplomáticos rusos del Reino Unido porque Rusia reaccionó «con un completo desprecio» ante la «gravedad» del incidente ocurrido el pasado 4 de marzo.

Este ex espía, según los medios, fue un antiguo coronel del espionaje militar de Rusia, condenado en 2006 a 13 años de prisión por alta traición tras ser procesado por haber colaborado durante años con los servicios de espionaje británicos MI6.

En 2010 fue puesto en libertad en un intercambio de espías rusos expulsados de Estados Unidos, canje que tuvo lugar en una pista del aeropuerto de Viena, en lo que en su día fue uno de los más notorios desde la época de la Guerra Fría.

Skripal fue llevado al Reino Unido, donde se instaló en Salisbury, ciudad conocida por su catedral y donde el ex agente llevaba una vida aparentemente muy tranquila.

Con información de EFE y Mundo Deportivo