Este 1 de enero de 2021 se ha consumado el primer divorcio de la Europa comunitaria. La Unión y Reino Unido ya van cada cual por su lado, con unos acuerdos firmados como base para que no haya encontronazos. Como en las separaciones polémicas. Queda la amargura por el pasado común que ya no es presente (¿será futuro, algún día?) y la certeza de que no queda otra que pasar página y acostumbrarse al tiempo nuevo.
Muchas cosas van a cambiar con el paso de hoja del calendario. Tras cuatro años de negociaciones y tiranteces, y cuando aún resta otro año más para que los equipos negociadores afinen detalles, esto es lo que desde ayer ya no es como era.
Viajes
La libre circulación de los europeos en el Reino Unido (y viceversa) con un DNI o semejante será hasta octubre del 2021; en ese mes, los europeos deberán presentar su pasaporte en los controlas aduaneros. Hay excepciones: por ejemplo, los sanitarios, los trabajadores fronterizos o quien tenga permiso de residencia en Reino Unido. En su caso, podrán utilizarlo hasta que acabe el año 2025.Para cualquier estancia superior a los tres meses, los ciudadanos europeos habrán de solicitar un visado, al igual que los británicos para estar en la UE. No hará falta visado para ir de turismo.
Transporte
También se establece un “nuevo paradigma para el transporte”. Los turistas que cruzan el Túnel del Canal de la Mancha deben tener una licencia de conducir internacional porque los carnets de conducir de Europa ya no se reconocen automáticamente. Las aerolíneas británicas ya no podrán realizar cabotaje (por ejemplo, vuelos con escala como Londres-París-Roma, dos escalas europeas).
Estudios
Es una de las más visibles consecuencias del divorcio: no, ya no habrá Erasmus. 32.000 estudiantes europeos acud&i…
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