Con la Euro pactada por todo el continente y a tres meses de distancia, la UEFA está tratando de calmar el pánico sobre el impacto del coronavirus de rápida propagación, incluso cuando persiste la incertidumbre.

Solo un par de minutos fueron requeridos en una reunión de los principales ejecutivos del futbol europeo este lunes para discutir el impacto de la enfermedad COVID-19 en el torneo que tendrá a 24 equipos selecciones.

«El presidente de la UEFA (Aleksander Ceferin) estableció inmediatamente el tono de que el pánico en torno a todo esto puede ser peor que el mismo virus», dijo Alexei Sorokin, miembro ruso del comité ejecutivo de la UEFA, después de una reunión en Amsterdam.

A diferencia del formato habitual de uno o dos anfitriones, los juegos en esta edición se llevan a cabo en 12 estadios de 12 países. Los problemas logísticos ya anticipados de mover a miles de fanáticos por el continente ahora están potencialmente acompañados de riesgos para la salud.

La Liga suiza se suspendió por órdenes del gobierno y los juegos se cancelaron hasta el lunes al 24 de marzo. La UEFA es consciente del riesgo potencial ya que cientos de empleados, que tienen su sede en Nyon, a menudo viajan por Europa y son clave para las operaciones de partidos y torneos.

La Europa League ya ha sido golpeada con el partido en casa del Inter contra el Ludogorets la semana pasada, el cual se jugó sin fanáticos.

«No hubo mucha discusión al respecto porque no hay mucho que podamos hacer al respecto», dijo Phil Townsend, director de comunicaciones de la UEFA, después de la reunión del comité ejecutivo.

«Estamos en manos de las autoridades. Estamos en contacto constante con la Organización Mundial de la Salud y las autoridades que se ocupan de los partidos que se están organizando, y luego nos ocuparemos de eso cuando surja la situación».

El estadio que se usará más en la Euro será Wembley, con siete partidos en total, incluyendo la Final.