La diputada local y presidenta de la Comisión de Medio Ambiente en el Congreso del Estado, Nora Merino Escamilla, dijo que se presentará una iniciativa con el fin de regular a los médicos que realicen trabajos de remodelación o estético en el rostro o en alguna parte del cuerpo, a fin de tener una regulación.
En este sentido, comentó que en los últimos días ha incrementado el número de personas que recurren a realizarse alguna cirugía plástica, estética o reconstructiva y estos acudan a “Clínicas, Consultorios y Centros Estéticos “, sin el respaldo de un especialista certificado.
Asimismo, dijo que en la entidad solo hay 35 lugares certificados para realizar este tipo de prácticas, pero que se tiene el conocimiento de al menos 500 lugares que ofrecen procedimientos y cirugía estéticas, sin la garantía médica ni la certeza jurídica que respalde la calidad de la intervención, la destreza quirúrgica y los conocimientos académicos de quien la efectúa.
«Recordemos que en octubre del año pasado una mujer joven de nombre Claudia, murió a manos de un charlatán, que decía ser cirujano plástico y como ella, hay muchos casos», señaló.
Comentó que en los últimos cinco años la demanda por métodos de embellecimiento aumentó hasta en un 80 por ciento, en especial entre las mujeres, quienes arriesgando salud y vida se someten a tratamientos estéticos practicados por personas no calificadas, quienes aplican medicamentos mal prescritos y aceites para bebé o automotriz.
La aplicación de estas sustancias es grave porque el cuerpo reacciona tardíamente y provocan otras enfermedades, como inflamación, alergias e infecciones; se utilizan usualmente en algunos SPA y gimnasios.
Según datos de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica y Estética Reconstructiva (AMCPER), al año se realizan cerca de 300,000 cirugías plásticas de todo tipo. De ellas, 15,000 son para inyectar sustancias tóxicas al cuerpo que causan daños a los pacientes, en algunas ocasiones irreversibles.