La inteligencia artificial (IA) es hoy una realidad que va más allá del sector tecnológico, su presencia destaca en distintos niveles y sectores, incluso su aplicación va en aumento en el área de la salud, afirmó Eleonora Lamm, asesora Regional en Bioética y Ética de las Ciencias, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en Montevideo.
Al participar en el “Foro de Inteligencia Artificial. Primeros resultados”, organizado por la UNAM y la empresa Huawei, se refirió a las recomendaciones del organismo internacional sobre la ética de la IA, las cuales obedecen a que cada vez más decisiones públicas y privadas se toman a través de la inteligencia artificial, cuyos resultados “no están libres de sesgos o de marcos mal definidos”.
Por ello la necesidad de mantener vigilada la información y su privacidad, aunque también se generan preocupaciones en materia de derechos humanos y ética, acotó.
A partir de noviembre de 2021, los 193 estados miembros de la Unesco aprobaron por aclamación la recomendación de la ética de IA que se constituyó en el primer marco global que aborda la temática de manera comprensiva, respetuosa de las garantías fundamentales, inclusiva y justa, acotó.
Se trata de un instrumento ambicioso y amplio, producto de dos años de negociación, que comprende los rubros: respeto, protección y promoción de los derechos humanos y las libertades fundamentales; la necesidad de garantizar la diversidad y la inclusión; el bienestar del ecosistema y el medio ambiente; así como vivir en sociedades pacíficas, justas e inclusivas, valores que se transforman en principios que hoy rigen los ámbitos de la IA.
Estos se traducen, dijo, en proporcionalidad y no causar daño; seguridad y protección; equidad y no discriminación; sostenibilidad; derecho a la intimidad y protección de datos; supervisión y determinación humana; transparencia y aplicabilidad; responsabilidad y rendición de cuentas; conciencia y alfabetización; además de gobernación y colaboración multisectorial.
Detalló que las recomendaciones de la Unesco sobre la ética de la IA “tiene diversas áreas específicas de acción como la política de datos, género, desarrollo y cooperación internacional, un área de acción política de medio ambiente y ecosistemas, salud y bienestar, comunicación e información, educación e investigación y cultura”.
Todas esas líneas de acción política tienen puntos concretos sobre cómo actuar para colocar a la Inteligencia Artificial al servicio de la humanidad. Además, a diferencia de otros instrumentos, esta sugerencia tiene importante perspectiva de género, ya que aproximadamente 300 millones más de mujeres que hombres carecen de acceso a internet móvil y solo 25 por ciento de los puestos de trabajo en el ámbito de la tecnología son ocupados por ellas.
En ese contexto, sostuvo que uno de los dos principios globales de la Unesco es su preocupación para que en este instrumento no se reproduzcan los sesgos de género, “pero también nos ocupamos de aquellas poblaciones tradicionalmente discriminadas, como las personas con discapacidad. Sin embargo, el desarrollo de las tecnologías basadas en la IA dirigidas a este sector no considera la diversidad que implica la discapacidad, por lo que también puede generar sesgos y falta de acceso”.
Asimismo, se labora con los pueblos indígenas en esta materia. En América Latina y el Caribe representan ocho por ciento de la población, 30 por ciento de ella vive en extrema pobreza y experimenta brecha digital, por lo que es fundamental trabajar en aquella que los considere y brinde importancia a la soberanía de su información como las lenguas y los patrimonios culturales.
También se busca generar conocimiento en poblaciones, principalmente discriminadas, para que exista literatura en español y partir de la región evidenciar lo que ocurre; se cuenta con un Mooc (curso abierto, masivo y en línea) sobre IA “para que nadie quede atrás a los efectos de socializar y democratizar el acceso a la información”.
Amplia aplicación
Por otra parte, los 10 proyectos relacionados con IA, aprobados en 2021 como parte de la Alianza para Promover el Desarrollo de Capacidades Digitales en México, se enfocaron a atender problemas de salud, agricultura, videovigilancia y medio ambiente.
Así lo expusieron investigadores quienes obtuvieron este apoyo mediante el cual accedieron a espacios en servidores de la empresa Huawei, recibieron capacitación por parte de la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo Sostenible, interactuaron con otros grupos de investigación y se acercaron a experiencias de vinculación y transferencia de conocimiento.
Las experiencias fueron compartidas en el panel “Inteligencia Artificial para la Solución de Problemas Sociales”, moderado por la investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, María Josefa Santos Corral, el cual formó parte del Foro de “Inteligencia Artificial Primeros Resultados”, organizado por el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS).
La profesora e investigadora de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Dora Luz Flores Gutiérrez, explicó que su proyecto consistió en determinar la fármaco-resistencia de tuberculosis pulmonar en pacientes en Baja California, el cual realizó con su colega Raquel Muñiz y tres alumnos de posgrado.
Acceder a los servidores de Huawei les permitió que el procesamiento de genomas completos de tuberculosis se realizara en cuestión de horas, mientras que en servidores convencionales puede tardar hasta cinco meses. Este tiempo, subrayó, implica diagnosticar y dar tratamiento a pacientes.
A su vez, Juan Pablo García Vázquez, profesor de la Facultad de Ingeniería de la UABC, detalló que él y seis colegas realizaron un proyecto de agricultura de precisión, en el cual emplearon IA para reconocer el nivel de madurez de frutos como el dátil.
Utilizar la plataforma de la empresa china ofrece ventajas tecnológicas como el uso de procesadores específicos para inteligencia artificial y utilizar aplicaciones en zonas remotas, a través de pequeños dispositivos. Además, desarrollaron un sistema de visión robótica para seleccionar los frutos y con ello redujeron el tiempo que las personas dedican a esta tarea.
En tanto, el profesor e investigador de la Academia de Ingeniería en Sistemas Computacionales del Instituto Tecnológico Superior de los Ríos, en Tabasco, Fernando Pech May, explicó que en esa casa de estudios desarrollaron un plan sobre monitoreo de inundaciones en el sureste mexicanos, a fin de prevenir los daños severos que suelen causar en la región. La plataforma Huawei les permitió aplicar la IA para analizar una gran cantidad de datos, en este caso de imágenes satelitales.
Su proyecto es importante porque detectaron que numerosos municipios carecen de mapas de riesgo actuales o los realizan de manera manual. Además, pudieron integrar a autoridades, sociedad civil, gobierno y academia.
Otras investigaciones se enfocaron a la detección de madurez de fresas, a la asistencia del monitoreo ambiental, el desarrollo de un prototipo de un sistema web de asistencia médica para la clasificación de estudios mamográficos, etcétera.