ALBUQUERQUE, Nuevo México, EE.UU. (AP) — Los latinos nacidos en Estados Unidos enfrentan todo tipo de presiones por no hablar español. Ese fue el caso sufrido recientemente por la activista cubanoestadounidense Emma González, de 18 años de edad y sobreviviente de la masacre de Parkland, quien fue fustigada por el equipo de campaña de un congresista republicano de Iowa.
«Así te ves cuando dices que tienes herencia cubana pero no hablas español e ignoras el hecho de que tus antepasados huyeron de la isla cuando la dictadura convirtió a Cuba en un campo de prisioneros, después de quitarles todas las armas a sus ciudadanos; de ahí su derecho a la autodefensa», leyó un meme con la foto de González que fue publicada en la página de Facebook del equipo de campaña del representante Steve King.
Después de enfrentar críticas por atacar a la adolescente, el equipo de campaña de King borró el mensaje.
El hecho de que los hispanos en Estados Unidos hablen o no español ha sido un tema político candente desde hace mucho tiempo, pero rara vez algún republicano _que en su gran mayoría han defendido en endurecimiento de las restricciones migratorias_ ha criticado a un latino por no hablar bien el español.
Por lo general, los políticos se quejan más bien de la proliferación del español en la esfera pública y lo que significa cuando se registran picos en la inmigración de países hispanohablantes.
He aquí un vistazo a la forma en la que el español ha jugado un papel en la definición de los latinos nacidos en Estados Unidos:
EL ENCUENTRO
Durante la revolución de Texas, los blancos del sur lucharon junto a algunos texanos bilingües en el Álamo, pero después de que Texas declaró su independencia en 1836, los mexicanoestadounidenses comenzaron a sufrir discriminación en el nuevo estado norteamericano y las autoridades comenzaron a desempeñarse solo en inglés.
A medida que Estados Unidos ganaba territorios en el suroeste que antes pertenecieron a México, los especuladores blancos se apoderaron ilegalmente de tierras propiedad de mexicoestadounidenses, a pesar de las garantías delineadas en el Tratado de Guadalupe Hidalgo que puso fin a la Guerra México-Estados Unidos.
Los procedimientos judiciales se realizaban en inglés, lo que creó más barreras para que los latinos pudieran hacerle frente al acaparamiento de tierras y a la discriminación. Las escuelas pobres y segregadas también impidieron que los niños mexicanoestadounidenses obtuvieran una alfabetización en inglés sólida durante generaciones.
ABUSO FÍSICO
Para impedir que los niños latinos hablaran español en la escuela, los maestros y directores de todo el suroeste los castigaron físicamente cuando usaban el idioma de Cervantes.
En Los Ángeles, incluso tan recientemente como 1968, los estudiantes de secundaria fueron castigados físicamente por expresar frases en español. Bobby Lee Verdugo, de 67 años, recuerda haber sido azotado a menudo frente a sus compañeros de clase por hablar español.
«Él trataba de hacerlo parecer una broma cuando ocurría», recordó Yoli Ríos, de 67 años, una compañera de clase que más tarde se convirtió en su esposa. «Pero yo sé que fue doloroso».
Ese trato impulsó a Verdugo a unirse a las protestas de 1968 en Los Ángeles, que obligaron a las escuelas a poner fin a esos castigos por hablar español y que más tarde permitieron introducir clases de educación bilingüe. Los estudiantes también organizaron protestas en Houston.
Irene Vásquez, presidenta del Departamento de Estudios de las Chicanas y Chicanos de la Universidad de Nuevo México, dice que el activismo dio origen al movimiento «solo en inglés» en varios estados.
El conflicto por el español se hizo evidente en Marfa, Texas, durante el rodaje de la película «Giant», de 1956, dirigida por George Stevens y protagonizada por Liz Taylor y James Dean. Aunque la película trataba sobre el racismo que enfrentaban los mexicoestadounidenses, a los niños que fueron elegidos como extras se les impedía hablar español en su escuela de la vida real, donde eran segregados.
Associated Press