Rusia calificó de «histeria» las nuevas acusaciones de Washington sobre su presunta injerencia en los procesos electorales en Estados Unidos, mientras expertos rusos advierten del daño a la economía que pueden causar las demoledoras sanciones que prepara el Senado estadunidense.
La histeria sobre la imaginaria interferencia rusa en las elecciones de Estados Unidos, que dura ya dos años, no solo está minando las relaciones bilaterales, sino también ridiculiza todo el sistema político de Estados Unidos», aseguró la portavoz de Exteriores, Maria Zajarova, en rueda de prensa.
Zajarova respondió así a las recientes acusaciones sobre la influencia que ejerce Moscú en la opinión pública en Estados Unidos a través de las redes sociales, en particular Facebook.
El Departamento de Estado (de EU), naturalmente, acusó de ello a Rusia. Sin presentar prueba alguna, a nuestro país se le llamó hostil. Por nuestra parte, creemos que los diplomáticos deben atenerse siempre a la ética diplomática y ser conscientes de las consecuencias que puedan tener sus palabras», aseveró.
La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, exigió a Rusia y «otros actores malignos» poner fin inmediatamente a los intentos de «subvertir los procesos democráticos» en Estados Unidos.
La declaración de Nauert se produjo después de que Facebook identificase una presunta campaña de desinformación para influir en las elecciones legislativas de noviembre en Estados Unidos y cerrase 32 cuentas tanto en su red social como en Instagram.
SANCIONES CONTUNDENTES
Mientras, expertos rusos advirtieron del daño que puede causar a la economía del país la aprobación de un proyecto de ley presentado por un grupo bipartidista de senadores estadunidenses «en respuesta a la interferencia continua» del Kremlin en las elecciones de Estados Unidos, su papel en Siria y la «agresión» a Crimea.
Si Washington prohíbe comprar deuda rusa, lo más probable es que no podrán hacerlo no solo los inversores estadunidenses, sino también los extranjeros, lo que hará caer la demanda de rublos», dijo Igor Nikolayev, director de Análisis de la consultora FBK, en declaraciones al periódico Moskovski Komsomolets.
Según el experto, la caída de valor de la divisa rusa podría ser de entre el 15 y 25 por ciento, lo que llevaría, por una parte, a que disparase la inflación y, por otra, a que disminuyera la actividad empresarial.
Con él coincidió el politólogo Konstantin Kalachov, quien consideró que el paquete de sanciones en estudio busca minar la solidez de la moneda rusa, con la consiguiente pérdida de capacidad adquisitiva de la población.
Kalachov añadió que, si bien aún no está claro que la nuevas sanciones vayan a aprobarse, el hecho de que el paquete fue diseñado por senadores de los dos grandes partidos políticos estadunidenses es «motivo de preocupación».
El proyecto presentado por los senadores estadunidenses incluye, «nuevas sanciones contra figuras políticas, oligarcas, miembros de la familia y otras personas que facilitan actividades ilícitas y corruptas, directa o indirectamente, en nombre de (el presidente ruso) Vladimir Putin».
Además, penaliza las transacciones relacionadas con la inversión en proyectos de energía respaldados por entidades estatales o paraestatales de Rusia y prohíbe y castiga aquellas relacionadas con la nueva deuda soberana de la Federación Rusa.
La línea de enfrentamiento entre Washington y Moscú pasa también por Corea del Norte: el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, aseguró en Bangkok que Rusia incumple las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU al régimen de Pyongyang.
La acusación formulada por Pompeo se produce al día siguiente de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunciara sanciones contra el banco ruso Agrosoyuz por una transacción «significativa» en nombre de Han Jang Su, representante del Banco de Comercio Exterior, la principal entidad financiera de divisas de Corea del Norte.
Fuente: EFE