El cambio climático, proceso que se acentúa por acciones de la humanidad, es una de las mayores amenazas para el desarrollo sostenible en todo el mundo, advierte la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Madre Tierra, a celebrarse mañana 22 de abril, la organización indica que ese daño impacta de manera directa en la vida de las futuras generaciones.
Agrega que para lograr un equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras, es prioritario fomentar la armonía con la naturaleza y el planeta.
Para ello, los países han realizado diferentes iniciativas y firmado acuerdos como el de París, a fin de fomentar la cooperación internacional entre las partes sobre educación, formación, concientización y participación pública sobre cambio climático.
En la Conferencia de París sobre el Clima (COP21), celebrada en diciembre de 2015, 195 países firmaron el primer acuerdo vinculante mundial sobre el clima, que busca equilibrio entre las políticas actuales y la neutralidad climática que debe existir al final del siglo.
Para evitar un cambio climático peligroso, el acuerdo establece, a largo plazo, el objetivo de mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de dos grados sobre los niveles preindustriales, además de limitar el aumento a 1.5 grados, situación que reducirá de manera considerable tanto los riesgos como el impacto del cambio climático.
A pesar de que los planes no bastarán para mantener el calentamiento global por debajo de la cifra estipulada, el acuerdo establece una reunión cada cinco años para definir objetivos ambiciosos basándose en criterios científicos.
Los gobiernos también se comprometieron a informar sobre sus avances, además de una evaluación de los planes aplicados hacia el objetivo a largo plazo.
El acuerdo señala la necesidad de reforzar la capacidad de las sociedades a la hora de afrontar las consecuencias del cambio climático.
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