Madrid, 13 Sep (20Minutos).- La muerte de Camilo Sesto ha sumido en un llanto inconsolable a todo un país que recuerda con nostalgia sus días de vino y rosas. El adiós al alcoyano más internacional también ha servido para poner las cartas sobre la mesa. Se avecina tormenta con víctimas y verdugos.

La llegada a España de Camilín, el hijo del cantante, no es más que la antesala a los movimientos comerciales que ya planea para las próximas semanas. Se dice que ya negocia, a marchas forzadas, dos entrevistas en las que quiere explicar cuál era la verdadera relación que mantenía con su padre. No lo hará solo. El pack también incluye la presencia de su madre, Lourdes Ornelas, quien ya habría obtenido rendimientos recientemente desvelando secretos, al parecer inconfesables, sobre su convivencia con el artista.

El foco, en cualquier caso, se centra ahora en saber qué tipo de relación mantenía Camilo Sesto con su hijo. Aunque muchos se empeñan en aseverar que sus comunicaciones eran fluidas, 20minutos ha podido saber que no se veían desde octubre de 2018 y que sus contactos se producían únicamente a través de breves correos electrónicos, la mayoría con conversaciones con tono más profesional que personal.

Sí es cierto que Camilo asumía casi la totalidad de los gastos de su hijo, con una paga mensual nunca superior a los 1.000 euros, al tiempo que intentaba —con mayor o menor acierto— sufragar las pretensiones musicales del joven (ahora estaba grabando un nuevo álbum en México con los títulos más conocidos de su padre).

Presagian que esta vez tampoco llegará a buen puerto, tal vez porque sus energías están puestas ahora en el testamento de su padre, que podría abrirse en menos de diez días. Será bélico en sus movimientos. Camilín no solo aceptará la última voluntad de su padre sino que tiene intención de solicitar, formalmente, un inventario de todas las pertenencias (cuadros, prendas, joyas o relojes) que descansaban en sus múltiples residencias.