Ante la polémica que ha suscitado la obra “La revolución”, exhibida en el Palacio de Bellas Artes; Álvaro López Ríos, líder del Frente Auténtico del Campo, amenazó hoy con asistir todos los días a este recinto hasta que sea retirada la pieza del artista plástico chiapaneco Fabián Cháirez.
Antes de invitar a los integrantes de las asociaciones a retirarse del máximo recinto cultural del país, López Ríos comentó ante el público que él no sabe de cultura ni de arte; pero arte y cultura tienen que ver con los grandes muralistas de este país como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y otros.
Consideró que todos los mexicanos «bien nacidos y paridos» deben indignarse con este tipo de obras que denigran la memoria de héroes como Emiliano Zapata, por lo cual todos los días habrá manifestación de gente del campo para que las autoridades de este palacio “sepan que Zapata y los campesinos no merecen ese trato que se le da al héroe”.
Al acto de protesta en el Palacio de Bellas Artes también se sumaron miembros de la Comunidad LGBTTTI (lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero e intersexual), quienes se colocaron frente a los integrantes de las asociaciones campesinas, pero fueron empujados, y por momentos golpeados y sacados a la fuerza.
El director del Museo del Palacio de Bellas Artes, Miguel Fernández Félix, admitió ante los medios de comunicación que las asociaciones campesinas tienen el derecho de manifestarse: “siempre el Palacio de Bellas Artes estará abierto para dialogar con cualquier comunidad, y tenemos protocolos de seguridad todos los días”.
Con el hashtag «Zapata después de Zapata», el directivo compartió en su cuenta de Twitter que la exposición “es un recorrido por la diversidad de representaciones de Zapata a lo largo de los siglos XX y XXI. Desde la libertad de expresión y la libertad creativa damos cabida a la pluralidad de manifestaciones artísticas que se han apropiado de la imagen de Zapata”.
Una obra polémica
Luis Vargas Santiago, curador de la muestra “Emiliano Zapata después de Zapata”, quien esta tarde encabezaría en el recinto la charla curatorial “Concibiendo la exposición Emiliano Zapata después de Zapata” —la cual fue pospuesta—, aseveró que la obra no atenta contra una figura privada. “Zapata es una figura pública y en ese sentido, en términos de Propiedad Intelectual y de Ley de Derechos de Autor, una imagen pertenece a todos”.
“Algo que es muy importante recalcar es que la polémica se ha concentrado en una de 141 obras, y que la exposición toca muchos aspectos. Por otro lado, me parece una opción plural de la Secretaría de Cultura federal que dentro de la campaña de difusión haya incluido esa imagen, es una entre 10 que se seleccionaron para efectos de prensa”.
Ante algunos medios de comunicación, reiteró que habría que cuestionar por qué la pintura generó tanta polémica, cuando ya se había exhibido en 2015 en la Galería José María Velasco, y hay un gran mural idéntico a la obra en un bar de la calle República de Cuba, Centro Histórico, «y nadie había hecho algún escándalo».
“Lo que está pasando es que la traemos a Bellas Artes; esto es supuestamente un lugar donde no deben entrar otras masculinidades”, sostuvo, al agregar, respecto a las advertencias, que todas las obras están aseguradas y el recinto cuenta con protocolos de seguridad.
“Claro que las amenazas son preocupantes, pero hasta donde entiendo los manifestantes estaban protestando haciéndolo pacíficamente, hasta que hubo enfrentamientos y uno de mis estudiantes fue terriblemente herido y le perdieron sus cosas y su cámara fotográfica”, expresó Vargas Santiago.
Apuntó que acceder a que la obra se retire, sería aceptar un acto de censura; «para mí, y eso es mi opinión y creo que es la misma que manifestó la directora del INBAL, Lucina Jiménez, los artistas tienen una libertad de expresión y esta institución debe garantizarla, y quitar la pieza sería atender a un reclamo de intolerancia”.
Por Luis Galindo