La cancillería canadiense confirmó hoy que Rusia expulsó a cuatro de sus diplomáticos, en respuesta a la medida similar anunciada por Ottawa al inicio de esta semana, por la presunta implicación rusa en el envenenamiento del ex espía ruso Serguei Skripal y su hija Yulia en el Reino Unido a principios de mes.
“Podemos confirmar que cuatro diplomáticos canadienses han sido declarados personas non gratas por el gobierno ruso”, indicó el vocero de la cancillería Asam Austen.
El gobierno canadiense anunció el lunes pasada que expulsó a cuatro diplomáticos de la embajada y de un consulado rusos porque «han sido identificados como agentes de inteligencia o individuos que han usado su estatus diplomático para socavar la seguridad de Canadá o interferir en nuestra democracia».
Por la misma razón, Ottawa rechazó la solicitud del gobierno ruso para enviar a Canadá a tres diplomáticos más.
La acción diplomática canadiense se dio en concordancia con la medida similar que varios países aliados del Reino Unido tomaron ante las evidencias de que Rusia habría interferido en el ataque con materiales químicos contra un ex agente ruso en la localidad británica de Salisbury.
Serguei Skripal, un exagente de los Servicios de Inteligencia Militar Rusa (GRU) quien pasó información al servicio secreto británico M16, y su hija Yulia fueron encontrados inconscientes el pasado 4 de marzo en un parque de Salisbury, en el sur de Inglaterra, con síntomas de envenenamiento.
El laboratorio de investigación de la base militar británica de Porton Down identificó la sustancia utilizada en el envenenamiento a los Skripal como A234, parte de un grupo de agentes nerviosos de grado militar creados por Rusia, conocido comúnmente como Novichok.
La cancillería canadiense señaló que tras la decisión rusa, la prioridad es garantizar la seguridad de los diplomáticos canadienses y sus familias por lo que les ofrecerá todo el apoyo para su retorno a Canadá.
Alrededor de 20 países se han solidarizado con el gobierno británico y han expulsado a cerca de 150 diplomáticos rusos, algunos de los cuales se cree que eran agentes de inteligencia encubiertos.
Al confirmar la expulsión de diplomáticos canadienses en Rusia la cancillería reiteró su reprobación del ataque al ex agente ruso y su hija en Salisbury como un acto “despreciable, atroz y temerario” perpetrado en contra del orden internacional.