El 7 de mayo del 2013, Tony Gali arrancaba campaña para buscar convertirse en presidente municipal de Puebla.
El reto que tenía por delante no era nada fácil, el grupo compacto del entonces gobernador, Rafael Moreno Valle, se había fragmentado, con la designación de Gali como candidato. La decisión no solo generó la ruptura entre Rafael y Manzanilla, sino que también confrontó a Tony con los personajes que desde un inició habían acompañado a Rafael en su ruta rumbo a casa Puebla, principalmente con tres, Jorge Aguilar, Patricia Leal y Eukid Castañón.
Como adversario, Tony tenía que enfrentar al mejor cuadro que el PRI podría tener en ese momento, al rector de la UAP, Enrique Agüera Ibáñez, quien desestimó los llamados de Rafael, para que no aceptase la candidatura del PRI a la alcaldía.
Agüera era un tipo sumamente mediático, el cual se convirtió en el rector más poderoso que haya tenido la máxima casa de estudios en el estado.
Tras la caída del marinismo y la derrota de Javier López Zavala, Agüera había pasado por un periodo difícil con el entonces gobernador Moreno Valle, quien estaba molesto con el académico, ya que la UAP había apoyado a su adversario.
A través de Eukid Castañón, Rafael intentó apoderarse de la máxima casa de estudios; incluso, buscó la forma de hacer que Agüera dejara la rectoría, pero el miedo a desestabilizar a la máxima casa de estudios y generar una crisis que pudiera derivar en el empoderamiento de grupos más radicales vinculados a la izquierda, hizo que el gobernador diera marchas atrás en sus intentos y opto por mantener a Enrique, pero con dos personajes encargados de hacerle marca personal, el propio Castañón y el Auditor Superior, David Villanueva Lomelí.
Cabe señalar que el abuelo de Rafael, el ex gobernador y general, Rafael Moreno Valle había caído precisamente, luego de una revuelta en la máxima casa de estudios, las protestas estudiantiles derivaron en la caída del doctor, quien además estaba enemistado con el entonces presidente, Luis Echeverría Álvarez.
Un mes antes de que el rector Agüera dejara la máxima casa de estudios, allá por el mes de marzo del 2013, fue citado a Casa Puebla por Moreno Valle, quien lo conminó a no aceptar la candidatura del PRI a la alcaldía. El encuentro entre ambos personajes fue ríspido, fiel a su estilo, Rafael amenazó al académico con sus cuentas públicas y le advirtió que detonaría varios escándalos relacionados con su situación patrimonial y sus bienes. Agüera se engalló, porque el priismo le había prometido que tendría en campaña, el apoyo total y absoluto del presidente Peña, quien tenía para ese entonces, escasos tres meses de haber iniciado su gestión.
La relación entre Moreno Valle y Enrique Agüera estaba más que dinamitada, los tambores de guerra sonaban fuerte. Lo mismo había ocurrido con Tony Gali, quien había tenido una buena relación con el académico e incluso compartían un amigo en común, el periodista, Enrique Núñez, director del periódico Intolerancia.
Y es que el priismo engañó al rector Agüera, le hicieron creer que le iban a dar todo el apoyo, el mexiquense, César “el relojes” Camacho le había prometido que habría todo el apoyo para su campaña, porque supuestamente, había una mala relación entre el presidente Peña y Moreno Valle.
Pero era una total y absoluta mentira, Rafael había operado desde la campaña a favor de Peña, con quien había establecido comunicación, para hacer a un lado a la candidata panista a la presidencia de la República, la yunquista, Josefina Vázquez Mota y ayudar al priista a derrotar a Andrés Manuel López Obrador.
Puebla se convirtió en una reserva para el tricolor, la entidad le dio 950 mil votos al mexiquense, además de que el PRI ganó el Senado de la República, con la fórmula integrada por la ex presidenta municipal de Puebla, Blanca Alcalá y Lucero Saldaña, quien por cuestiones de género había sustituido a Juan Carlos Lastiri, quien recibió como premio, la secretaría de Gestión Social en el CEN del PRI y luego la subsecretaría de la Sedesol, en la administración peñista.
Agüera nunca advirtió que nadie dentro del priismo poblano, estaba dispuesto a ayudarlo en su lucha por hacerse de Charlie Hall, porque a nadie le convenía que ganara, ya que si lo hacía, se convertiría en automático, en el futuro candidato a la gubernatura y casi seguro habitante de casa Puebla.
Blanca Alcalá desde que ganó el Senado, ya se soñaba en Casa Puebla, lo mismo que Juan Carlos Lastiri, quien se convirtió en el poblano mejor posicionado dentro del gobierno federal, Enrique Doger detestaba a su sucesor en la UAP y su tocayo, al cual acusaba de haberlo traicionado y haberse arrojado a los brazos del marinismo, Javier López Zavala, soñaba en poder regresar y tener otra oportunidad de pelear por casa Puebla, ninguno de estos liderazgos dentro del PRI, quería tener como adversario al académico en la lucha por la candidatura al gobierno del Estado.
Por si fuera poco, Juan Carlos Lastiri, siendo líder estatal del PRI, había tolerado una reforma electoral para la entidad a modo, la cual establecía la mini gubernatura de un año y ocho meses y las presidencias municipales de 4 años y 8 meses, que abrían el camino para el “morenovallato” y el empoderamiento de Martha Erika.
Aun con estas adversidades a cuestas, Agüera tomó la candidatura del PRI a la presidencia municipal, a pesar de que los mismos cercanos al académico, le habían aconsejado que no dejará la rectoría y que mejor concluyera el tiempo que aún le quedaba al frente de la UAP.
Con lo último que tenía de fuerza, Agüera impuso como su sucesor a uno de sus leales, el entonces tesorero, Alfonso Esparza Ortiz, quien cubriría el interinato y le aseguraba el apoyo de la universidad al académico.
Con todo en contra, el 7 de mayo de 2013 arrancó la campaña por la alcaldía de Puebla, con Tony Gali con una ligera ventaja de solo 5 puntos sobre él, ya para ese entonces ex rector, Enrique Agüera Ibáñez.
El arranque de la campaña galicista no fue del todo óptimo, con la división generada al interior del equipo del gobernador Moreno Valle, Tony solo confiaba en su joven hijo, el cual era el verdadero coordinador de la campaña y quien manejaba los recursos.
Rafael había intentado al inicio, y sin éxito, el meter la mano dentro de la campaña, había comisionado a Marcelo García Almaguer para estar al frente del tema mediático, pero Tony optó para congraciarse con el PAN a través de Ignacio Dávila, en quien tampoco confiaba, por lo que terminó por incorporar a la campaña a recomendación de su amigo, el periodista y director de Comunicación de Rafael Moreno Valle, Fernando Crisanto, a Ricardo Gutiérrez.
Al mes de campaña, Agüera no se movía, pero aun así se mantenía cerca, lo cual comenzó a inquietar al inquilino de Casa Puebla, quien cansado le ordenó a su operador electoral, Eukid Castañón, el que tomara la riendas de la campaña.
El primer domingo del mes de junio del 2013, todo el Centro Histórico de la ciudad, en donde estaba prohibido colocar propaganda política, amanecido tapizado de pendones y publicidad a favor de Tony Gali, así como muchas colonias de la ciudad.
El acto no le gusto para nada a Gali, quien de inmediato le reclamó a Eukid Castañón el hecho, la respuesta del operador morenovallista fue seca, “háblalo con Rafael, yo solo seguí instrucciones”.
Desde ese momento, crecería la animadversión entre Gali y Castañón, quienes comenzarían una rivalidad, la cual tendría un desenlace funesto para el morenovallismo y para Martha Erika, los encuentros y desencuentros entre estos personajes, ya no acabarían.
La audacia con la que operó Castañón, inclinó la balanza en la contienda entre Agüera y Gali.
Doger cobró viejas afrentas con quien fuera su sucesor y se reunión con Moreno Valle para llegar a un acuerdo en la casa de Nacho Mier, ubicada en Lomas de Angelópolis, ahí pactaron que los trabajadores de Ayuntamiento de Puebla, afiliados a su sindicato, se sumarían a la campaña de Gali.
Desde sus tiempos como alcalde de Puebla, Doger había establecido una gran relación con el líder del sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Puebla, el polémico, Israel Pacheco.
A través de este personaje, Doger trajo en jaque a las gestiones de Blanca Alcalá y de Eduardo Rivera. Pero en la lucha por Charlie Hall, Pacheco se había inclinado a favor de Enrique Agüera, merced a la gran relación que el académico había establecido, vía su operador de lujo, Damián Hernández.
Pacheco pagó su lealtad a Agüera con la cárcel, en abril del 2014 fue detenido en Veracruz por el delito de extorsión y sentenciado a 7 años de prisión, aunque obtuvo su libertad en este año. Cuando Pacheco estaba detenido y puesto a disposición del fiscal Carrancá, Damián Hernández intentó interceder a favor de su amigo, a través del entonces secretario de Turismo, Ángel Trauwitz Echegueren. En pleno partido de futbol del Puebla de la Franja, Trauwitz le dijo a Rafael, -dice Israel Pacheco que te entrega todo, que ahí muere”, la respuesta de Rafael fue fría”, dile que qué va entregar, si ya no tiene nada”. La suerte del líder sindical estaba sellada.
La nave agüerista estaba herida de muerte, la campaña negra, en donde como se lo advirtió Rafael, el eje fue el origen del patrimonio del ex rector y los excesos de su administración, sumados a las traiciones priistas y el abandono por parte del CEN del PRI; tuvieron una desenlace desastroso, el 7 de julio de 2013, Tony Gali derrotaba a con el 49 por ciento de los votos a Enrique Agüera quien había obtenido el 40 por ciento, 9 puntos de ventaja entre uno y otro.
La maquinaria morenovallista aplastaba también en el Congreso y en las alcaldías al PRI, el cual cavaba aún más su tumba, de la mano de su entonces presidente, Pablo Fernández del Campo y del delegado del CEN del tricolor, el rijoso colimense, Fernando Moreno Peña.
Todo parecía indicar que el morenovallismo iba a cerrar sus viejas heridas ocasionadas por la salida de Fernando Manzanilla y el proceso de selección del candidato a la alcaldía.
El proyecto político de alcanzar la Presidencia de la República se veía más que factible.
El 14 de febrero de 2014, Tony Gali se convirtió en alcalde de Puebla, las diferencias que habían existido entre Moreno Valle y Eduardo Rivera, parecía que no iban a ocurrir ahora que los viejos amigos habían alcanzado el sueño que se comenzó a formar en una alberca aquella tarde noche del 2005 en el paradisiaco Puerto de Acapulco, pero no fue así.
Tony era leal, pero no era un títere, de inmediato comenzó a tratar de reconstruir, lo que Rafael había hecho añicos y a tratar de cerrar viejas heridas que había originado la campaña.
En diciembre del 2013 se había reunido a cenar en la casa del Contador, Rafael Moreno Valle Sánchez, localizada en La Vista, con quien fuera su adversario, el ex rector Enrique Agüera con motivo de la navidad y habían acordado dejar atrás los viejos agravios que provocó la contienda electoral. Tony era un hombre emocional y Rafael un tipo pragmático y sin sentimientos.
A pesar de que Tony Gali no siguió con la línea de confrontación, puesta en marcha por Rafael, el 2014 transcurrió sin enfrentamientos entre nuestros personajes, la relación entre ambos y sus parejas no podía ser mejor.
A inicios del mes de diciembre del 2014, Tony Gali López contrajó nupcias en Acapulco con Andrea García Haghenbeck, “la boda del año” marca el punto culminante del morenovallismo, no había ninguna duda, la amistad entre el gobernador y el alcalde de Puebla estaba más sólida que nunca.
El 2015 arrancó con grandes expectativas, Luis Banck Serrato, había regresado de la mano de Tony Gali a Puebla, pero Rafael se lo había llevado a trabajar con él, para darle solidez a su gabinete y ocupar en parte el hueco dejado por Fernando Manzanilla, era el penúltimo año de la administración de Rafael, quien buscaba ya delinear el tema de su sucesión.
Una pieza comenzaba a tomar cada vez más relevancia, esa era la entonces presidenta honoraria del DIF, Martha Erika Alonso, la cual comenzaba a ganar más protagonismo en la toma de decisiones.
El 9 de diciembre del 2015, Martha rindió su último informe de labores como presidenta del Sistema Estatal DIF y se disponía a arribar a la dirigencia estatal del PAN, a través de la secretaría General del albiazul.
Durante todo el 2015 comenzaron a surgir las primeras diferencias entre Tony y Rafael, quienes reitero, eran diametralmente opuestos. Los enfrentamientos también se veían reflejados entre ambos equipos.
La elección federal intermedia marcó el punto de quiebra entre Rafael y Tony, Acción Nacional mandó como sus candidatos por Puebla capital a Xabier Albizuri, por el distrito 6 el hijo político de Gali; por el 9, Jorge Aguilar, temió una traición por parte de Gali y optó por hacerse a un lado, por lo que Martha Erika decidió que la candidata fuera la hasta ese entonces desconocida, Genoveva Huerta, por el distrito 11 de Puebla, se buscó darle una posición al yunque que había permanecido leal al morenovallismo en la persona de Angélica Ramírez Luna y por el distrito 12 se designó como candidato al empresario y secretario de Turismo, Ángel Trauwitz. Quien llevaba como compañero de fórmula a Cabalán Macari Alvaro, quien se decía era el elegido por Rafael, para cubrir la mini gubernatura y dar paso después a Martha Erika.
La campaña fue un desastre ya sea porque Moreno Valle pactó con Peña o porque los candidatos no hicieron bien su trabajo, lo cierto es que Rafael, culpó a Gali de la derrota y viceversa.
Gali nunca perdonó el que hubiera perdido Albizuri y culpaba a los operadores morenovallistas de la derrota de su hijo político, mientras que Rafael culpaba a Gali y a su gente de haber hecho un mal trabajo y haber pagado el costo en la capital de sus errores.
Para colmo de males, la única que ganó fue la candidata por el distrito 9 con cabecera en Puebla, Genoveva Huerta, quien tuvo el apoyo total y absoluto del ex secretario de salud y líder del Congreso, Jorge Aguilar Chedraui, lo cual revivía la rivalidad entre Jorge y Tony. Aguilar alegaba que la única estructura ganadora en el municipio de Puebla era la suya y que él, debía haber sido el alcalde, las viejas heridas se habían vuelto a abrir y ahora sí, no habría nada que pudiera cerrarlas.
La derrota de Trauwitz y de Cabalán obligó a Rafael a recomponer el tema de la sucesión en la mini gubernatura. El camino quedaba abierto para un nuevo enfrentamiento entre Gali y Jorge Aguilar, pero la sospecha de la traición rondaba ya en los corazones de Rafael y también en el de Tony.
En el próximo capítulo. Gali en Casa Puebla y el empoderamiento de Martha.
Fotos: Es Imagen / José Castañares / Archivo
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